Ocho meses después de las lluvias torrenciales del 1 de febrero, en el barrio de María Jiménez, en el Distrito de Anaga, aún siguen presentes algunas de las heridas de esa devastadora tormenta. En especial, existe una gran preocupación por parte de la población por el aspecto que aún presenta la pasarela peatonal que atraviesa el barranco de El Bufadero, en la parte final de este cauce, ya que aún no ha sido reparada de los desperfectos.

En concreto, los mayores temores proceden de los padres de los alumnos del colegio de Educación Infantil y Primaria Rafael Gaviño del Bosque, ya que paso obligado para acudir a este centro es, precisamente, esta pasarela. Sin embargo, carece en la mayor parte de su trayecto de la barandilla de protección.

Algunos vecinos, que ya denunciaron el estado de este pequeño puente hace unos meses, llaman la atención porque las clases comienzan mañana, miércoles, día 8 de septiembre, y las administraciones aún no han respondido a sus reiteradas demandas. Algunas de las propuestas para la mejora de este paso han sido planteadas en el tagoror de Anaga, donde se han vinculado estas obras a las del resto de la carretera de acceso a Los Valles, también devastada a lo largo de su recorrido por los efectos de las fuertes lluvias.

Este colegio cuenta en la actualidad con casi un centenar de alumnos y la preocupación de los habitantes de este barrio costero se centra también en el riesgo que supone atravesar este puente para muchos de los abuelos que llevan y van a recoger a sus nietos al centro. Señalan que este barrio ha ido creciendo desde el punto de vista urbanístico en la última década, lo que ha traído aparejado un aumento considerable de la población a lo largo de las calles Finca Los Pérez y la avenida Los Pescaditos, vías que se conectan por esta pasarela "en la que, ocho meses después de la riada, no se han soldado las barandillas, lo que de cara al comienzo de las clases va a suponer un riesgo evidente de caída de los niños al cauce del barranco, ya que este es el único paso peatonal en una buena parte del recorrido entre los dos núcleos de población".

Los vecinos aseguran que "no podemos entender esta desidia, cuando sólo se trata de soldar las barandas que se encuentran desprendidas, para que tenga un mínimo de seguridad".

Movilizaciones

Además, anuncian que, de persistir la falta de respuesta por parte de las administraciones, propondrán acciones de protesta a los padres afectados, pues remarcan que "se trata de salvaguardar la seguridad de los niños, en primer lugar, y, en segundo, de la del resto de la población, ya que sólo se dispone de este paso para comunicar de un lado a otro del barrio".

Afirman que desde las lluvias torrenciales "han pasado ya ocho meses, y han tenido todo el verano para acondicionar esta pasarela, por lo que no se entiende que comiencen las clases y hayan dejado este elemento con el riesgo que comporta".

Por ello exigen su arreglo, "y que de una vez por todas se adopte una solución con esta pasarela, ya que este elemento también comporta una especie de dique cada vez que hay lluvias con cierta intensidad, que provoca que el barranco se desborde". Por ello, recuerdan que, entre las múltiples propuestas que han planteado los vecinos, "figura la de su derribo para ubicar otro puente en la misma zona pero en forma de arco, aunque a la vista de la respuesta obtenida, ya se ve que lo único que le toca a María Jiménez es el abandono y la falta de atención".