"¿DÓNDE vamos? ¿A dónde nos lleva este hombre?" La frase la puedes escuchar a todas horas, en todos sitios, a todo el mundo. La gente se echa las manos a la cabeza y se queda con la boca abierta viendo cómo una y otra vez el Gobierno socialista de España mete la pata en casi todo lo que hace. Como si estuviera gafado. Como si nos hubiera caído encima una maldición.

"Aquí se ha dejado agudizar y crecer un problema y ahora se quiere resolver de golpe. Lo que ocurre es que en época de vacas gordas no se tomaron las decisiones que se tenían que haber tomado y ahora nos encontramos en esta situación". Aunque la cita les parezca una contundente descripción del Gobierno de Zapatero, en realidad fueron realizadas por una concejal socialista en el Ayuntamiento de Santa Cruz después de que decidiéramos, hace ya más de un año, decretar la situación de emergencia social para conseguir atender a más personas, en situación de penuria, en el menor tiempo posible.

Para los socialistas canarios empieza a ser difícil, muy difícil, defender un Gobierno que ha dado tantas muestras de irresponsabilidad, de dudas, de errores, de rectificaciones. Un Gobierno al que se le ha exigido, desde Europa, la adopción de severas medidas de ajuste en su disparatada política de gasto público. Un Gobierno que hace sólo unos días anunciaba unas medidas de castigo contra todos los ayuntamientos y sólo unas horas después tuvo que recular ante la oleada de indignación que causó en sus propios alcaldes. Una indignación razonable, porque se trataba por igual a quienes habían sido responsables y a quienes no lo habían sido.

Durante los últimos años, el Ayuntamiento de Santa Cruz ha reducido su deuda viva en 17,6 millones de euros Al día de la fecha, nuestro municipio se encuentra en un nivel de endeudamiento del 54,63 por ciento, menos de la mitad de lo que legalmente está permitido, en el límite del 110%. Todo ello se ha conseguido sin subir los impuestos y sobre la base de una política de austeridad en el gasto que no nos impidió, en su momento, afrontar la necesidad de aumentar el presupuesto para atender las necesidades de una parte de la población de nuestro municipio, que se encontraba en situación de extrema necesidad.

El paquete de medidas aprobado esta semana en el Congreso de los Diputados llega tarde y llega mal. Llega tarde porque el Gobierno socialista no quiso ver lo que ya vimos todos los ciudadanos hace más de dos años; que el barco hacía aguas por todos lados y que se nos venía encima una crisis económica brutal. Por eso, mientras algunos nos empezamos a apretar el cinturón desde el año 2008, el presidente y sus ministros continuaban con el discurso de que aquí no pasaba nada. Y llega mal porque la medida no ha nacido del acuerdo con todos los grupos políticos, sino otra vez desde la imposición de este Gobierno sectario, de pensamiento único, que sólo entiende de sus propias razones y no es capaz de atender ni entender la de los demás. No es lo mejor que se puede hacer, pero es mejor hacer algo que seguir ignorando esta sombría realidad. Por eso, la actuación de la oposición ha sido, en cierta medida, insolidaria (aunque lógica, porque el PP no quiere asumir la responsabilidad de tantos y tan graves errores) e irónicamente el Gobierno socialista sólo ha podido salvar la cara por la abstención de "los malvados" nacionalistas de CiU y de Coalición Canaria. Qué curioso.

Coalición Canaria ha salvado a este Gobierno de una derrota y una crisis sin precedentes. Y lo ha hecho después de unos meses en los que Canarias ha sido ignorada y engañada (desde el Plan Canarias hasta el telescopio de La Palma). Lo ha hecho, absteniéndose, porque supongo que han pensado que entre meterle mano al problema de nuestra gigantesca deuda o permitir la derrota política de Zapatero era más importante tener sentido de Estado, tener sentido de la responsabilidad con tantas familias que en estos momentos las están pasando moradas. Se ha tomado una decisión contra aquellos que aquí nos insultan, nos descalifican y, con el mayor de los cinismos, nos acusan por haber hecho hace más de un año lo que ahora mismo están planteando sus dirigentes socialistas. Aquí, en Santa Cruz, era una zerolada que todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Santa Cruz nos uniéramos para afrontar la crisis económica y la gestión municipal. Eso dijeron cuando lo propuse. Después, cuando Rodríguez Zapatero llamaba a un pacto de Estado a todos los grupos políticos y empezó las negociaciones del Palacio de Zurbano… silencio. Silencio y ridículo. Porque, a otra escala, era lo que habíamos planteado nosotros en nuestro municipio. Y cuando dijimos que nos encontrábamos en una situación de emergencia social… burlas y críticas. Y ahora… silencio y ridículo.

Estamos orgullosos de haber sabido reaccionar a tiempo. Y estamos orgullosos de haber tomado medidas sociales que no vamos a suprimir. Estamos orgullosos de haber sido responsables, de haberlas visto venir, de haber tendido la mano para que todos nos hiciéramos responsables de la dura lucha que nos espera para superar estas calamidades que nos trae la crisis económica y la falta de financiación, aunque algunos hayan puesto la miseria de unos supuestos intereses electorales por encima del interés de los ciudadanos de Santa Cruz. Porque el interés de los ciudadanos es que quienes somos sus representantes nos podamos poner de acuerdo en lo mejor para ellos, en las medidas que más les favorezcan, en las actuaciones que más beneficios traigan a nuestra capital. Los socialistas de Santa Cruz podrían haber sido nuestros aliados ante la administración del Estado que gobierna el PSOE, cuyo comportamiento con nuestro municipio ha sido lamentable. Podrían ser los portavoces de Santa Cruz para pelear por los intereses y las inversiones de nuestro puerto, de nuestras carreteras, de nuestras obras… No ha sido así.

Esta semana, los canarios de Coalición les hemos demostrado que a veces los intereses de los ciudadanos están por encima del interés político. Ellos no lo entenderán. Nosotros sí. Por eso somos diferentes. Por eso en este municipio hemos sabido aceptar a otras fuerzas políticas que colaboran con nosotros en gobernar sin renunciar a sus ideas y sus planteamientos críticos con aquello en lo que no están de acuerdo. Porque, por encima de nuestras diferencias, nos une algo mucho más importante: Santa Cruz.