Igueste de San Andrés vivió el pasado sábado un incidente poco usual en este tranquilo barrio de Anaga. Como en otras ocasiones, grupos de jóvenes, entre 200 y 300, empezaron a llegar a la zona para celebrar una fiesta en la playa, convocados a través de internet, al parecer, por medio de la red social de Facebook, según confirmaron algunos de los asistentes.

Lo que en principio se presentaba como un auténtico problema de estacionamiento, porque los vehículos ocupaban los pocos espacios que quedaban libres, impidiendo incluso el paso de la guagua, acabó en algo más que un susto para los habitantes de este barrio. Alrededor de las 02:00 de la madrugada, y sin que se conozcan de momento las causas, empezaron a arden dos coches estacionados al final de la carretera, en el viradero que está junto a la plaza, y un contenedor de vidrio. Este incidente provocó un auténtico caos, ya que a esa hora aún quedaban vehículos estacionados en la zona y la gente que reside habitualmente en este lugar se vio sorprendida por las llamas.

Algunos vecinos, justo antes de que empezara la fiesta, ya realizaron alguna llamada a la Policía, para que se intentara poner orden en el caos de tráfico, pero no realizaron ningún tipo de intervención. Incluso, la guagua no pudo llegar al final de trayecto en los últimos viajes de la tarde, hasta el punto de que en torno a las 20:30 horas se utilizó un vehículo de pequeñas dimensiones.

En general, los vecinos consideran que la fiesta no les ha ocasionado mayores problemas, a pesar de la música de esta celebración y explicaron que fue a partir de las 02:00 horas cuando se empezó a desalojar la zona, coincidiendo con el incendio y la llegada de efectivos de seguridad.

Muchos habitantes de Igueste de San Andrés creen que lo ocurrido "es muy desagradable", puesto que a la hora que comenzó el incendio "la gente no sabía qué es lo que estaba pasando", al margen de que consideran que incidentes de este tipo "no son positivos para el barrio, porque generan una mala imagen".

La celebración de eventos más o menos masivos son frecuentes en este enclave de Anaga, donde sin saben quién los convoca, "aparecen cientos de jóvenes que se concentran en la playa", cuyos mayores inconvenientes son la gran cantidad de vehículos que los acompañan y la basura que luego queda esparcida por el lugar al día siguiente de cada fiesta.