El último Carnaval costó 1,8 millones menos que el de 2009, la segunda y última edición gestionada por el PP. Así se desprende de los datos a los que ha tenido acceso EL DÍA y que ponen de manifiesto que las últimas carnestolendas costaron 3.089.334,69 euros, 1.772.661,11 que el año anterior. Este esfuerzo en la gestión del concejal de Fiestas, Norberto Plasencia, y el director-gerente del Organismo Autónomo de Fiestas, Pedro Mengíbar, desvela su preocupación por alicatar los gastos en plena etapa de emergencia social.

Las claves para ahorrar uno de cada tres euros gastados el año pasado fueron el recorte en la contratación del director. Sergio García cobró 106.000 euros, frente a los 157.130,50 de Jaime Azpilicueta en 2009, un ahorro en esta minuta del 32,54%. El coste de los artistas del Carnaval de Día pasó de los 264.110 euros desembolsados en la última edición de la gestión del PP a los 81.904,20 de febrero, un recorte del 70%.

La publicidad sufrió un recorte espectacular. De los 200.351,59 euros de 2009 se pasó a 42.000 en febrero, lo que representa una reducción próxima al 80%.

Fiestas recortó también en presentadores, pasando de los 32.741,17 euros abonados en el último Carnaval del PP a los 11.315 de la fiesta del regreso de CC -un 65,44% menos-, o la disminución en el catering, que pasó de los 38.205 euros de 2009 a los 14.600 de 2010, lo que se tradujo en un recorte del 61,78%.

La organización también decidió apretarse el cinturón en la adquisición de fuegos artificiales, en los que también se gastó menos de la mitad que en 2009. De los 18.000 euros de entonces se pasaron en febrero a 42.000 euros.

El recorte no se tradujo en una merma en los servicios. Antes bien, desde la organización, con Pedro Mengíbar al frente, se intentó un "Carnaval a la carta" de grupos y diseñadores, con un escenario más grande (con el consiguiente incremento del presupuesto en un 37,26% respecto a 2009) y más guaguas para recuperar las actuaciones de los grupos en la calle (que pasaron de los 91.200 euros del año pasado a los 57.750 de febrero).

El ahorro presupuestario, respecto al Carnaval 2009, coincidió sin embargo con un incremento del coste de la producción ante la duplicidad de recursos, pues se celebró de forma simultánea la final de murgas y el concurso de comparsas, y eso incluso coincidiendo con la celebración de la gran fiesta de la crítica en el Puerto de Santa Cruz, haciendo realidad con gran éxito un viejo sueño de todo murguero. Algo similar a la final y las comparsas ocurrió también con la gala de la tercera edad o la segunda fase de murgas, que fueron el mismo día, sin obviar los gastos a los que tuvo que hacer frente Fiestas a pesar de que se tuvieran que suspender los actos por el mal tiempo reinante.