Son extranjeros, pero sólo porque carecen del DNI; ya que llevan mucho tiempo en nuestra ciudad, Santa Cruz, e intentan disfrutar sin poder hacerlo de una de sus pocas playas públicas, la situada entre el Parque Marítimo, actualmente cerrado, y el "eterno jardín botánico del futuro" que es el Palmétum. En un escrito dirigido a EL DÍA, apoyado por los muchos usuarios de una zona costera "dejada de la mano de Dios", lanzan un SOS para la que califican con bastante acierto de "la playa huérfana".

Explican estas fuentes que "desde hace muchos meses, cuando el Parque Marítimo estaba todavía abierto, el personal que trabajaba allí se ocupaba de la limpieza de la playa. Pero, a partir que se cerró el parque, la gente sigue llegando a la playa por sus dos accesos públicos. Dado que no existe letrero ni ninguna otra indicación que avise a los usuarios de que ya no hay servicio de limpieza, la gente continúa depositando sus desechos en los bidones y cubos proporcionados en su día para los visitantes del parque. Dado que actualmente no existe servicio de limpieza, los desechos, muchos de ellos sueltos y susceptibles de ser llevados por el viento al mar, se han acumulado hasta representar un serio peligro para las tortugas, crías de delfines y otras criaturas marinas, por su posible ingestión accidental".

Denuncias sin resultado.- Continúan asegurando los que se confiesan amantes del litoral chicharrero: "Según nos han informado, la Policía Local está recibiendo una serie de denuncias, pero dicen que no son capaces de actuar porque ninguna de las áreas municipales que tienen responsabilidad en el servicio de limpieza de los espacios públicos asume que adecentar y mantener esta playa sea de su competencia. Por eso la playa se ha quedado huérfana, sin ningún amparo público".

Un ejemplo concreto.- Esta es una historia ocurrida hace unos días contada en primera persona: "El día de Navidad fui con mi familia a la playa para sacar fotos y recoger basura de la orilla del mar. El panorama que observamos resultaba desolador, con basura desperdigada por todas partes. Pienso que hay que hacer algo y por eso hemos elaborado un powerpoint con fotos y algunas sugerencias para asegurar la protección de la vida marina del litoral bajo una iniciativa ciudadana (grassroots)".

Paisaje privilegiado.- Parece existir coincidencia en que a Santa Cruz no le sobran precisamente espacios de baño en el litoral. La playa del Parque Marítimo ofrece, además, un paisaje extraordinario al visitante, con un mar de intenso color azul (salvo cuando los residuos lo manchan) y un cielo casi limpio, apenas matizado por alguna nube que parece "pintada por los dedos de Dios".

Pero lo primero que se observa al llegar a la playa por uno de sus dos accesos públicos es la presencia de bidones oxidados con los residuos rebosando. Y cuando no es así, el contenido de estos recipientes es quemado por algún desaprensivo y la arena queda cubierta por un hollín negro. Si los cubos se siguen llenando sin que nadie los vacíe llegará un momento en que los deshechos puedan llegar al mar. Al lado de este paisaje degradado la gente sigue intentando bañarse en un trozo de espacio costero público, pero cada vez lo tienen más complicado.

La playa del Parque Marítimo parece que de alguna manera ha vuelto a sus orígenes, el del lazareto en el que se vertían todos los desechos de la ciudad antes de que el Palmétum cubriera de un manto verde lo que todavía hay debajo: simple y llanamente, basura.