EL EDIFICIO de la Capitanía General de Canarias tiene una historia apasionante. Su propia construcción supuso uno de los grandes hitos arquitectónicos de Santa Cruz de Tenerife, gracias al magnífico trabajo de Tomás Clavijo en su diseño y de Gumersindo Robayna en su interior. Fue el general Weyler el que ordenó su construcción en el solar que anteriormente ocupó el hospital militar. Pero más allá de la majestuosidad de su contenido, la función que ejerce es eminentemente militar.

La Historia dice que Santa Cruz de Tenerife fue la capital única de Canarias durante décadas, gracias a la gestión del comisionado don José Murphy, que consiguió, el 27 de enero de 1822, que Fernando VII decretara que Canarias (con 215.108 "almas" en esa fecha) tuviese como capital a nuestra ciudad. Pero también ese mismo día la nación se dividió militarmente en 13 distritos, y nuestro municipio acogió la capital del distrito militar de Canarias. Esa es la Historia y es bueno que los jóvenes chicharreros la conozcan.

El 27 de enero de 2008, Santa Cruz conmemoró por primera vez el aniversario de su declaración como capital única de Canarias, gracias a la propuesta que en su día le hice personalmente al alcalde. Este año será ya su 188º aniversario, y estamos seguros de que los nacionalistas no dejarán ya de celebrar esa fecha. El respeto a nuestra historia debe demostrarse permanentemente, y por eso también organizamos el año pasado la celebración del 150º aniversario de la obtención del título de Ciudad, otorgado por un chicharrero de pro, don Leopoldo O´Donnell.

Pues bien, hace unas semanas, el Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife adoptó por unanimidad un acuerdo histórico de gran importancia, pero cuyo eco no lo hemos escuchado debido al ruido demagógico que se ha generado alrededor de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana. Le propuse a todos los grupos políticos, en nombre del Partido Popular, solicitar al Gobierno de España que la Capitanía General de Canarias acoja la sede del Ministerio de Defensa en el Archipiélago. En estos tiempos de crispación, uno se alegra del respaldo obtenido y por eso se lo agradecí tanto a Coalición Canaria como al PSOE y al grupo mixto.

Esa moción institucional (si Zapatero la atiende) corrige la situación actual, que carece de coherencia, y que no tiene en cuenta las razones históricas ni tampoco las militares. Las normas sobre organización y funcionamiento del Ejército de Tierra establecen que el teniente general jefe del Mando de Canarias es el representante de los tres ejércitos, teniendo su sede frente a la plaza del general Weyler. Sin embargo, la delegación del Ministerio de Defensa en Canarias está situada en Las Palmas de Gran Canaria, generando la incoherente situación de funcionamiento de que las Fuerzas Armadas canarias dependen de mandos distintos situados unos en Madrid (el del Aire), otro en Las Palmas (la Marina) y el último en Santa Cruz (Tierra).

Numerosos profesionales militares con los que hemos conversado coinciden en la conveniencia de que el mando debe alejarse del conflicto, y el conflicto en Canarias, si lo hubiera, vendría siempre desde África y no desde el Atlántico. La realidad es que la Capitanía General está en Santa Cruz y, por lo tanto, no tiene demasiado sentido que el funcionamiento administrativo no esté aquí, no resulta práctico. Por lo tanto, hay razones históricas, administrativas y estratégicas para que el ejecutivo central sea ahora sensible a esta petición unánime del pueblo de Santa Cruz, soberanamente representado por la totalidad de sus concejales.

Santa Cruz no sólo deber ser una capital de Canarias porque lo diga el Estatuto de Autonomía, sino porque ejerzamos como tal a través de las actividades de la administración, de los servicios que se prestan o de la propia vida política. Por eso, no es un asunto menor que aquí se localice, algún día, el mando único de la defensa de la Región, entre otras cosas porque eso refuerza nuestra condición de capital.

en el Ayuntamiento de

Santa Cruz de Tenerife