AUNQUE esta Agrupación Lírica del Círculo de Amistad XII de Enero, tan querida y tan conocida por todos los chicharreros, viene recogiendo éxitos desde el año 1977, pensamos que podemos encontrar su clímax en la actuación del teatro Guimerá, donde cada año, en Carnaval, se dan cita todos los seguidores de la buena música para saborear y aplaudir a esta magnífica Agrupación. Son varias las intervenciones que durante todo el Carnaval nos ofrece esta Zarzuela, pero, como decimos, es en el Guimerá donde pone hasta el último hilito de carne en el asador.

El presidente del Círculo de Amistad, D. Ignacio N. González López, nos comenta en el programa de este año: "De cine, pero no de terror, son las actuaciones de la Agrupación Lírica La Zarzuela en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. El público las espera ilusionado cada año para disfrutar del buen hacer de solistas, coro y orquesta".

El pasado día 26 tuvimos ocasión de admirar y de gozar del arte de La Zarzuela, compuesta por cuarenta y dos voces en el coro, cinco solistas y veintidós músicos, los cuales no tienen nada que envidiar a las mejores compañías del género chico.

Como hemos sabido, la zarzuela nació en el siglo XVII, en el pabellón de caza del Palacio de La Zarzuela (lugar llamado así por la gran cantidad de zarzas que lo circundaban). Felipe IV fue un forofo de este género y aprovechaba los momentos de descanso para contratar compañías madrileñas que representaban obras donde se alternaba el canto con pasajes hablados. Se cuenta que las primeras zarzuelas nacieron como experimentos y se situaban entre el teatro, el sainete y la tonadilla, y se considera que las primeras fueron de Pedro Calderón de la Barca, tales como: "El laurel de Apolo", o "El golfo de las sirenas".

D. Salvador Rojas González, profesor y director de esta Agrupación, puede sentirse completamente satisfecho. En el Guimerá casi no cabía el aire: "La Rosa del Azafrán", "Las Hijas de Zebedeo", "El Huésped del Sevillano", "La del Manojo de Rosas" y "Luisa Fernanda", entre otros, sonaron con toda la elegancia, el estilo desenfadado, la picaresca y el ritmo que marcaba la batuta del director, que se balanceaba entre sus manos danzando ante el grupo con la agilidad y la gracia de las gaviotas sobre la espuma del mar.

El espectáculo fue una maravilla, los cinco solistas recogieron para su abundante cosecha de bien saber hacer a un público en pie que aplaudía y aplaudía sin cesar, logrando que don Salvador Rojas nos obsequiara con tres sainetes fuera de programa y una bellísima Antología del Pasodoble, con el magistral broche del "Islas Canarias".

La voz clara y de perfecta vocalización de la soprano Cristina Hernández nos trasladaba a célicos lugares, mientras que el tenor Víctor Coello nos brindaba con su singular timbre de voz la esencia de la zarzuela, destacando también el barítono Luis F. María Anta y el tenor José Díaz Mederos.

Lucían en este Carnaval una "fantasía castellana", alegrando el escenario con sus vistosos colores, y con el gracejo de sus movimientos. Seguros estamos de que cualquiera de los compositores de estas obras estarían encantados de escuchar a la Agrupación Lírica La Zarzuela: el alicantino Ruperto Chapí, José López Silva, o Emilio Mesejo han dejado en buenas manos sus fascinantes géneros musicales.

Es un orgullo para todos los chicharreros contar con una agrupación de esta categoría, que le da auge y tronío a nuestra fiesta más representativa. ¡Enhorabuena!