Luis Gil Tejerizo, responsable de la empresa Santa Cruz Park Tenerife S.L., encargada de la explotación de las instalaciones del César Manrique de Santa Cruz, ha confirmado que su empresa ha recibido ya la notificación de una demanda por impago por parte de Parque Marítimo S.A., en concreto de las cuantías que no ha satisfecho por el alquiler de dichas instalaciones.

Gil explicó que no se ha hecho frente a las cantidades por un periodo de seis meses (dos trimestres), lo que representa que por parte de Santa Cruz Park Tenerife "se presente un concurso de acreedores", puesto que, según señaló el empresario, "entendemos que se nos ha coartado nuestra libertad de ejercer nuestro derecho de negocio".

Además, Luis Gil anunció que no descarta presentar una demanda "tanto a los estamentos públicos como a las empresas a las que nos subrogamos al contrato, por daños y perjuicios", puesto que, añadió, "nosotros no podemos generar recursos económicos para pagar si nos coartan nuestra libertad de ejercer nuestros derechos".

En este sentido, el empresario del Parque Marítimo puntualizó que "cuando nos subrogamos al arrendamiento de la concesión, lo hicimos con un plan de viabilidad, donde presentamos a todas las partes, incluyendo al consejo de administración del Parque Marítimo, las actividades que íbamos a realizar y que eran imprescindibles para la viabilidad del proyecto".

Ingresos escasos

Al respecto, el responsable de esta sociedad comentó que "en el Parque Marítimo es imposible pagar ni siquiera el canon sólo con lo que se cobra por las entradas a las piscinas".

Tras esta nueva decisión, vuelve a surgir la posibilidad de cerrar la actividad, algo que ya anunció hace un mes, aproximadamente, el propio Gil. En todo caso, señaló que "todo dependerá de lo que decida el juez cuando presentemos el concurso de acreedores".

No obstante, comentó que "este mes no han cobrado los trabajadores" de su empresa, "porque no hay dinero" y añadió que "si no se me garantiza que se van a poder desarrollar actividades que generen ingresos para el parque, no habrá ningún banco que me deje ese dinero ni se puede invertir más dinero en un proyecto que está muerto".

Con respecto a la deuda de seis meses que tiene contraída esta sociedad en la actualidad con Parque Marítimo, "la única forma de llegar a un entendimiento será siempre que se nos garantice que las actividades que hasta ahora se nos ha coartado de realizar se nos permitan, como se refleja en el contrato de subrogación".

En este sentido, Luis Gil mantiene que se ha llegado a esta situación porque no han podido acceder a unos ingresos "que teníamos previstos, y que se incluían en el proyecto de viabilidad y eran una condición para subrogarnos al alquiler, por el que pagamos más de 1,2 millones de euros de traspaso, que era la duda de la anterior sociedad". Además, con relación a la situación de las empresas que operan en este espacio de ocio de la capital tinerfeña, durante la última reunión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, se propuso solicitar a los servicios jurídicos del ente público que se analice la situación de los diferentes contratos, con el fin de determinar si se están cumpliendo los términos que se reflejan en los mismos.