La finca de su familia se encuentra en la zona de Mendo, en El Paso. Mariela Rodríguez tiene fresco el fuego de 2016. Las llamas comenzaron en las cercanías y subieron por los barrancos que rodean la propiedad. No se quemó su vivienda, tampoco las casas de sus vecinos, pero ardieron las tuberías de riego, numerosas vides, incluso uno de los pinos cayó dentro del terreno derribando la valla que lo delimita y afectando también a un muro...

El Gobierno de Canarias anunció con celeridad que atendería los desperfectos a través de subvenciones. "Cuando salieron las ayudas, pensábamos que al menos nos permitiría arreglar parte de los desperfectos. A nosotros nos concedieron unos 7.600 euros", relata la afectada. Sin embargo, el pasado 29 de diciembre "nos avisaron de que había salido la resolución, pero que teníamos solo ese día para presentar las facturas de la ejecución de las obras en la oficina de Extensión Agraria, mientras que de forma telemática daban dos días más, el 30 y 31".

Los plazos eran mínimos, casi inasumibles, pero la situación se complicó aún más cuando los afectados se dieron cuenta de que "la página web del gobierno de Canarias iba a estar en mantenimiento los días 30 y 31, por lo que también de forma telemática la fecha límite era el mismo 29. Teníamos que encontrar facturas en menos de 24 horas, con el justificante de pago, en unas fechas como las que estábamos. Un corre corre con el que era casi imposible satisfacer las exigencias que estaban planteando para optar a la subvención".

Solo una de las ocho personas beneficiarias de la subvención, que realizó la compra del material afectado por el fuego con sus recursos antes incluso de saber si obtendría o no ayuda regional, pudo presentar las facturas en tiempo y forma, mientras que el resto iniciarán la reclamación oportuna ante una situación que consideran injusta.

"Yo 7.000 euros no tenía para realizar las obras para las que pedí la ayuda. Hemos comprado algunas mangueras y demás. Lo más urgente. El día 29 presenté facturas por casi 400 euros, pero soy consciente de que me las rechazarán porque para ellos subvencionarlas tienes que haber ejecutado al menos el 50% del dinero solicitado", advierte Mariela Rodríguez, que entiende que "nos quieren aburrir. Si el objetivo hubiera sido ayudar a los afectados, los plazos serían distintos. Cómo van a dar un día para justificar la ejecución de las obras. O cómo van a exigir que tengas ejecutado al menos el 50% de lo que pediste. Cada uno va arreglando los desperfectos con el dinero que va teniendo".

La afectada dijo que "hemos solicitado una prórroga, presentaremos un escrito de reclamación y aplazamiento, nos dirigiremos también al consejero...". "Lo que quieren es liarnos tanto que desistamos y nos olvidemos de la subvención. Ahora reclamas y entre lo que resuelvan y demás, te aburres y te quedas sin la subvención que tanto a bombo y platillo habían anunciado", subraya.