La empresa Dragados se está viendo obligada a realizar obras en el último tramo del colector que lleva el agua residual hasta la nueva estación de bombeo de aguas residuales de Santa Cruz de La Palma, otro contratiempo motivado por un error de ejecución de la propia adjudicataria de la actuación y que vuelve a retrasar la puesta en marcha de esta instalación.

La incidencia fue detectada por la empresa que gestiona el servicio de aguas y alcantarillado en la capital, Canaragua, que es la que debe informar al ayuntamiento antes de dar la conformidad a la recepción de la obra. Por medio de una cámara que introduce en las conducciones, ya fue capaz de encontrar zonas en otros tramos de la tubería donde era muy probable que existieran filtraciones en caso de poner en marcha la estación, lo que hizo que Dragados tuviera que cambiar el tubo que en un primer momento había colocado.

La eficacia de Canaragua, que parece estar dispuesta a informar favorablemente de la recepción de la obra solo cuando la estación de bombeo funcione correctamente, sin margen a la duda, detectó ahora que el colector en su último tramo no tiene la pendiente suficiente para que el agua a tratar llegue hasta la nueva instalación, lo que demostró con imágenes en una reunión celebrada recientemente en el ayuntamiento y en la que participaron todas las partes implicadas.

Dragados, por tanto, se ha visto en la necesidad de romper parte de lo que hizo para ajustar el colector, que se encuentra a más de tres metros de profundidad (por debajo del nivel freático), a las indicaciones técnicas del ayuntamiento, que contrató la obra con financiación del Cabildo. Una actuación que se desconoce al menos públicamente el tiempo que durará y que es indispensable para que posteriormente Canaragua comience con la puesta en marcha primero a modo de prueba de la estación.