Los abogados del empresario vasco César Gil están elaborando un recurso que presentarán ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Los Llanos de Aridane como respuesta al documento entregado por el banco Santander, que a juicio de la entidad bancaria demuestra el paradero de los 301.000 euros que el juez investiga.

El escrito del banco lleva la firma que autoriza el traspaso del dinero de una persona, apoderada de empresas de César Gil, que sin embargo asegura, tal y como EL DÍA publicó en su edición de ayer, que el Santander utilizó su rubrica para falsificar el documento.

En el recurso en elaboración, se solicita al juez la intervención de un grafólogo para que examine la rubrica en el documento registrado en el juzgado y verifique si en realidad es o no del supuesto ordenante, Luis Antonio Pagés Rodríguez, además de reclamar que se comprueba en qué fecha aproximada se realizó el refrendo, ya que el dinero desapareció de una cuenta de la sucursal del Santander en Los Llanos de Aridane en 2008 y los recurrentes sospechan que el papel fue escrito tiempo después.

De igual forma, en el recurso, que probablemente se presente a lo largo de la próxima semana, se expone ante el instructor de la causa que en la documentación entregada por la entidad bancaria tampoco se determina a qué realmente se destinaron los 301.000 euros en principio extraviados, ni tan siquiera si se parte de la premisa de que fueran transferidos a la cuenta "contencioso", tal y como sostiene el banco.

Hay que tener en cuenta que está paralizada una ejecución hipotecaria por valor de 1,3 millones de euros hasta que se conozca el destino de los 301.000 euros ingresados en el Santander tras sendas transferencias realizadas desde Cajastur a través del banco de España, y que curiosamente nunca se descontaron del montante global del crédito impagado.

Fuente cercanas al empresario vasco sostienen que la documentación presentada ante el juzgado para demostrar el destino final del dinero que se investiga, "no se sostiene. Es un papel escrito a mano, impropio de cualquier entidad que haga una operación de ese tipo", defendiendo además que "llevamos desde 2010, pidiendo al Santander que nos diga dónde están los 300.000 euros, lo que cualquier banco puede hacer en un minuto, no nos han contestado y ahora, cuatro años después, lo único que hace es presentar ese papel ante el juez...".