El Cabildo de La Palma tiene facturas sin pagar por la contratación de guaguas para diferentes eventos deportivos, culturales y sociales desde hace una década, servicios discrecionales que casi siempre se cerraron a golpe de teléfono, sin tener en cuenta su coste ni la tramitación de su abono, según pudo saber El Día y ratificó el propio vicepresidente y responsable de Transportes de la institución insular, Carlos Cabrera.

La cooperativa que se encargó de ofrecer los servicios ha presentado ahora ante la corporación palmera, por registro de entrada, el listado de todas las facturas pendientes, algunas de ellas incompletas, según las fuentes consultadas por esta redacción, que superan los 214.000 euros, con la esperanza de que al menos una parte importante del montante global pueda ser abonado.

Carlos Cabrera reconoció que "nos ha llegado la reclamación de unos determinados servicios que vienen acreditados en el expediente que me han hecho llegar, en el que nos dicen que los servicios se han prestado y no se han cobrado desde el año 2004". Al ser cuestionado por la cantidad adeudada, el consejero apuntó que "es de unos 158.000 euros, aunque hay otras por 54.000 que entendemos que están prescritas".

Al ser cuestionado por la posibilidad de que hayan podido existir problemas de liquidez para justificar estos retrasos en el pago de facturas, el responsable de Transportes manifestó que "me duele que no se pague a una empresa que presta sus servicios a una institución como el Cabildo y tenga que esperar tanto tiempo para poder cobrar, lo que a la postre deja mal a la institución. Las empresas de La Palma saben que el Cabildo no es mal pagador, al contrario, pero hay que reconocer las cosas que se deben".

A la vez que observaba el expediente de los impagos por la contratación de las guaguas, Carlos Cabrera dijo que "cuando las cosas se hacen de determinada manera, pasan cosas así". Siente que cuando estaba en la oposición "se me engañaba desde el gobierno. Cuando se llevaba a pleno un expediente de reconocimiento de crédito, preguntaba si había algo más y siempre me decían que no".

El vicepresidente insular no quiso "entrar a valorar" la necesidad de los servicios contratados; es decir, si algunos fueron incluso innecesarios, aunque prefiere creer que "seguramente todos eran oportunos", pero entiende ilógico que "no se hayan pagado en ese momento y ahora, una década después, tengamos que asumir nosotros este asunto".

El responsable de Transportes entiende que el tema del reconocimiento de deuda por el servicio de guaguas "ha estado un poco abandonado en el Cabildo. A lo mejor es que los que estaban hace unos meses en el gobierno pensaban que era un problema de otros, de más atrás, cuando la realidad es que es un problema que afecta a la institución, con independencia de las personas que estén al frente, y a una empresa que está pidiendo lo que le corresponde".