El concurso para la adjudicación del contrato de aparcería de las fincas de la fundación Doctor Manuel Morales, que se licitó con la oposición de una parte de sus representantes, en concreto del Ayuntamiento de Tazacorte y de la Uned, se hizo sin transparencia y perjudicando a una parte de las empresas interesadas en gestionarlas, según ha podido saber EL DÍA de diferentes fuentes vinculadas al polémico proceso.

El despido de los dos trabajadores que se encargaban de llevar las fincas, en algún caso desde hace más de una década, ha sido el motivo de las discrepancias internas surgidas en el seno de la fundación que se encarga de gestionar el legado del galeno. A ello se une ahora que el concurso no se hizo en igualdad de condiciones para todos los licitadores, por lo que supuestamente se dirigió hacía uno de los pujantes.

Mariano Hernández, responsable de la empresa VIHEFE SA, titular de la reconocida marca Morriña Plátanos de Canarias, y que en principio era el pujante más sólido, reconoció ayer a esta redacción que "pregunté a la secretaria de la Fundación por las condiciones del concurso y, entre otras cuestiones, me dijo que el personal iba en el lote. Que no se podía despedir. No fue por escrito, solo de forma verbal, pero me dejó claro que era una condición inalterable". Por ello, su oferta tuvo en cuenta esta circunstancia, viéndose claramente perjudicada con respeto a la que finalmente fue adjudicataria del contrato. "No es lo mismo hacer una oferta teniendo que subrogar al personal, que es lo que nos reiteraron, que haciendo el trabajo con nuestros trabajadores", defendió el empresario.

Hernández admite que se sorprendió de que "la oferta ganadora fuera una que incluía el despido de los trabajadores, lo que nos habían dicho que no se podía hacer bajo ningún concepto. No entiendo qué pasó para que se cambiaran las bases".

VIHEFE SA propuso mejoras importantes en las explotaciones, además de ampliar a cuatro el número de trabajadores hasta que las siete fanegas alcanzaran una rentabilidad deseable.