La torre de la emblemática parroquia matriz de El Salvador, en la plaza de España de Santa Cruz de La Palma, se está viendo afectada por los excrementos corrosivos de las palomas que anidan en una casa abandonada ubicada en las cercanías de la iglesia, lo que está dañando la propia piedra de la parte alta de la edificación y obstaculiza la salida de las aguas de lluvia.

El párroco, José Francisco Concepción, explicó a esta redacción que "la última semana sacamos doce bolsas totalmente llenas de excrementos. Es una situación que nos preocupa porque existe el serio riesgo de que se cierren las canales, rebose el agua de lluvia, se empoce y se produzcan filtraciones por la torre". Además, "son excrementos muy corrosivos, lo que se nota en la piedra. Hay algunas partes por fuera de la torre que ya están dañadas".

Es una situación que también es "incómoda para la propia gente que accede a la torre", utilizada como uno de los miradores o atalayas que se ofrecen al visitante dentro de las rutas por Santa Cruz de La Palma. El sacerdote advierte de que "la fachada de la iglesia, solo la fachada, está electrificada (con una intensidad mínima) para que las palomas no se puedan posar, pero el resto de la parroquia no está protegida. Es una situación muy compleja, sobre todo porque hay que tener en cuenta que estamos hablando de un gran número de palomas".

Una visita a la torre ofrece una imagen real del efecto de los desechos de estas aves, algunas de las cuales anidan en la parte alta de la parroquia, con las campanas o el suelo afectado por los excrementos. "La solución no es sencilla", reconoce José Francisco Concepción, ya que "dotar de un dispositivo eléctrico a toda esta parroquia sería una cosa absolutamente descomunal. Además, desviarlas de aquí no es la mejor solución porque sería mandar el problema a otra edificación cercana, como, por ejemplo, la Cosmológica (sociedad centenaria). Se han planteado alternativas, como cubrir la torre con una malla muy transparente, casi imperceptible, que es lo que el Cabildo piensa hacer en la torre de la iglesia de Santo Domingo. Habrá que ver si esa solución es eficaz, al menos para el interior del campanario".

El párroco no se olvida de que "estamos hablando del casco histórico, con edificios adyacentes que tienen un gran valor". A propósito, destacar que la parroquia matriz de El Salvador fue construida en 1585.