La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de La Palma, denominada Benahoare, considera que los colegios religiosos Santo Domingo de Guzmán, conocido por La Palmita, en Santa Cruz de La Palma; y Sagrada Familia, el Nazaret, en Los Llanos de Aridane, ya no tienen cabida en la Isla como centros concertados, por lo que rechaza que sean financiados con fondos públicos.

La presidenta de la federación insular, Natalia García, asegura que según la normativa vigente los colegios concertados "solo tienen cabida en aquellos municipios donde los centros escolares públicos no tienen plazas suficientes para cubrir la demanda de escolarización", una situación "que sí se produce en algunas zonas de otras islas, al contrario de lo que ocurre tanto en Santa Cruz como en Los Llanos".

A propósito, García informó de que los colegios Gabriel Duque, Pérez Vidal y Anselmo Pérez de Brito, en la capital, tienen matrícula suficiente para acoger a los estudiantes de La Palmita, lo mismo que ocurre en el caso del Mayantigo, El Roque y XXV Años de Paz en Los Llanos de Aridane para la matrícula del Nazaret. "No hay ninguna normativa a la que acogerse para que sigan financiándose con fondos públicos", afirmó.

La presidenta de Benahoare entiende que el dinero que se destina a estos dos colegios "se puede destinar a ayuda de libros, comedores escolares y a otros servicios de centros de enseñanza públicos que han sido o están en serio peligro de ser eliminados". Aclaró que La Palmita y el Nazaret "sí tenían antaño una razón de ser. Eran colegios benéficos, para las familias más necesitadas, lo que ahora no ocurre".

Natalia García cree que sendos colegios "pueden seguir funcionando, no decimos que tengan que cerrar, pero deben operar como centros totalmente privados". Además, no entiende la razón por la cual las familias con hijos en estas escuelas concertadas "están pagando una cantidad mensual", de unos 65 euros por hijo. "Habría que ver para qué es el dinero", dijo, ya que solo se justificaría "si es para financiar actividades extraescolares organizadas por las asociaciones de padres, que me imagino que será como lo están haciendo. Las actividades que organiza el colegio no se pueden cobrar, como tampoco hay que abonar absolutamente nada por las clases ni por el funcionamiento del centro".

En esta línea hizo hincapié en que "los padres que llevan a sus hijos a La Palmita o al Nazaret tienen que tener las mismas oportunidades y criterios de los centros públicos, sin gastos añadidos para sus bolsillos". Además, aclaró que pese a ser centros religiosos, "los alumnos no están obligados, en absoluto, a recibir clases de religión".

Natalia García también hizo mención a que los profesores de ambos colegios "sí cobrarán la paga extraordinaria de Navidad" al contrario que el resto de docentes, pese a que sus sueldos "dependen de la Consejería de Educación. Los nombran los centros, pero luego cobran del dinero público".