El Ayuntamiento de San Andrés y Sauces aprobó en sesión plenaria una ordenanza que limita el tránsito por la pista de Las Lomadas a vehículos con menos de nueve toneladas de peso, una controvertida decisión que impide a las guaguas con turistas acceder por esta vía hasta el comienzo del sendero de entrada a los reconocidos nacientes de Marcos y Cordero, por el que cada año discurren miles de visitantes.

El alcalde, el socialista Francisco Paz, explicó a EL DÍA que es "consciente de que se trata de un acuerdo que puede resultar polémico, pero se fundamenta en un informe de la Policía Local, apoyado también por técnicos municipales, en el que se advierte del riesgo que corren los turistas que acceden por la vía en guaguas 4x4. Las guaguas pasan al borde del precipicio y es mejor tomar esta decisión que luego lamentar un accidente con graves consecuencias".

Paz hizo especial hincapié en que "el inicio de la vía es de competencia municipal, pero luego hay un tramo de tierra que pertenece a los vecinos que en su día se encargaron de realizarla. El trayecto, en general, fue ejecutado por nuestros antepasados, con los métodos que había en aquellos entonces, y desde el ayuntamiento no podemos garantizar la seguridad de vehículos de diez toneladas, como son las guaguas que se están utilizando".

Otras fuentes, sin embargo, contradicen al alcalde al estar convencidas de que se trata de una medida centrada exclusivamente en beneficiar a los taxistas del municipio que hacen la ruta, y que se quejan de que Transportes Insular de La Palma aproveche las guaguas para recoger al menos dos días a la semana a los turistas en diferentes hoteles y llevarlos hasta el comienzo del sendero de Marcos y Cordero, restándoles, con ello, gran parte de su trabajo y, por ende, de beneficios.

En este sentido, el alcalde saucero no escondió que prefiere que "con el tránsito de turistas hasta Marcos y Cordero se beneficien los taxistas que pagan sus impuestos en el municipio que una empresa que no deja nada en el pueblo. Es cierto que hay esa queja de los profesionales del taxi, pero es que aquí nadie se hace cargo de mantener la pista o de colaborar con el ayuntamiento para hacerla más segura. Quizás se pretenda que se dejen seguir subiendo guaguas y que un día pueda pasar algo". "Yo, al menos, quiero dormir tranquilo sabiendo que estamos tomando la decisión adecuada", concluyó.