El proceso de recuperación de oficio del conjunto de cuevas del Time, tras el casco viejo de El Puerto de Tazacorte, en la cara norte del barranco de Las Angustias, se inició a primera hora de ayer sin problemas de seguridad. Muchos de los okupas (se llegaron a contar más de 40) ya se habían marchado. Es más, la actuación se llevó a cabo con un equipo de operarios dirigidos por el concejal de Obras, Gonzalo Pascual, y sin agentes de seguridad.

No hubo ni impedimentos ni resistencia. Los primeros trabajos de limpieza y cierre se centraron en cuevas que ya se encontraban vacías a esa hora, una vez que sus ocupantes se retiraron tras ser informados durante el fin de semana de la intervención aprobada por el pleno municipal para corregir una situación ilegal. Se espera que el proceso de recuperación de oficio se extienda varias semanas, teniendo en cuenta la gran cantidad de materiales depositados en la zona y el número de cuevas a intervenir, unas treinta.

Las oquedades desocupadas se encontraron tal y como eran usadas, con todos los materiales que metieron en las mismas. Se comprobó el alto estado de degradación de las mismas, llenas de basura, todo tipo de utensilios en mal estado y comida podrida, así como una patente falta de higiene que atraía pulgas y ratas.

Por lo visto en las primeras cuevas, se tendrán que retirar en los próximos días toneladas de basura acumulada tanto en el sendero que da acceso a la zona como en todo el espacio natural protegido afectado por la ocupación.

El ayuntamiento de Tazacorte no quiere hablar de desalojo. Siempre que se pregunta a un concejal habla de limpieza y cierre. Al respecto, aclaran, "si uno los inquilinos se niega a abandonar una cueva se le informará de la situación legal, con la correspondiente prohibición de uso residencial según la legislación medioambiental, y se procederá a presentar una denuncia en el juzgado para que el mismo intervenga".

Aunque muchos han decidido abandonar sin generar resistencia, ayer había varios observando desde las cuevas más elevadas el proceso de limpieza realizado más abajo. Y no parecen tener intención de marcharse, por lo menos hasta que les toque el turno.