El pleno del Cabildo de La Palma ha aprobado hoy una moción de los grupos de Coalición Canaria y Socialista en la que pide al Estado que mantenga las ayudas a las instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de cogeneración, fuentes de energía renovables y residuos en las islas.

También se ha aprobado solicitar la modificación del Real Decreto que regula los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares, reconociendo la actividad de almacenamiento de energía eléctrica como una actividad diferenciada de la generación.

El consejero insular de Servicios Públicos e Industria, Luis Viña, explicó en el pleno que es de sobra conocida la alta dependencia energética de Canarias respecto a su capacidad actual para producir este imprescindible bien de consumo.

Asimismo dijo que "más notorio resulta el potencial que en el archipiélago existe para desarrollar sistemas que permitan aprovechar de manera sostenible los propios recursos naturales para poder producir energía no contaminante".

El texto de la moción hace referencia a que muchas son las razones que explicarían esta paradoja y por las que las energías alternativas no se han desarrollado en Canarias al ritmo que lo han hecho en el territorio peninsular.

Por un lado, la lejanía con respecto al continente, hecho que encarece y dificulta las inversiones y ahuyenta a las empresas inversoras, que ponderan, como es lógico, la rentabilidad de su negocio.

Por otro lado, la escasez del suelo, que encarece y hace que sea muy difícil su gestión, la escasa capacidad de transporte de unas redes eléctricas muy pequeñas y en algunos casos obsoletas, las dificultades para encontrar puntos de enganche o la necesidad de utilizar transformadores especiales.

Con esta moción el Cabildo de La Palma apuesta por impulsar la diversificación de las fuentes de producción energética en Canarias, tomando como base procesos de generación limpios, sostenibles, suficientes y rentables.

En la actualidad, tanto la planificación energética estatal como la autonómica en Canarias contemplan conseguir el renovado objetivo europeo de alcanzar el 20 por ciento de energía primaria de origen renovable marcado para 2020.

Para ello, en la planificación energética canaria, se prevé la instalación de plantas de generación que permitan alcanzar un 30 por ciento de producción con recursos renovables en 2015.