"Basta ya. Queremos nuestras casas". Con esa reclamación, inscrita en una gran pancarta que encabezaba la protesta, recorrieron ayer las calles de Tazacorte cientos de personas que se unieron a las 64 familias que exigen la entrega de las viviendas que compraron hace más de 6 años a una promotora a la que acusan de haberlos "engañado y estafado". La manifestación partió de las propias viviendas hasta un negocio que regenta la propiedad de la empresa en esta localidad, en donde se leyó un manifiesto con las reivindicaciones.

Estas personas han tenido que salir a la calle para ejercer presión sobre la promotora y la Administración canaria tras años de preguntas sin respuestas. Reclaman lo que les pertenece: sus viviendas, esas por las que en septiembre de 2005 pagaron, cada uno de ellos, un 20% del valor de las mismas, por aquel entonces, cantidades que oscilaban entre los 10.000 y los 20.000 euros. Ese dinero tampoco se les ha devuelto a los que ya no tienen ni siquiera trabajo para cubrir las exigencias de una hipoteca que amenaza con ahogarlos.

Mientras, dicen que los propietarios de la empresa Pérez Castillo "continúan riéndose, paseándose por Tazacorte con la cara bien alta, como si no hubiera pasado nada". Además, el Gobierno de Canarias, a través de Vivienda, sigue haciendo caso omiso. En su día , la Consejería le tuvo que exigir a Pérez Castillo la finalización de obra y entrega de las viviendas, cosa que tampoco cumplieron.

Incluso señalan a la entidad bancaria, a CajaCanarias (actual Banca Cívica), por "darnos la espalda", pese a que "muchas familias solicitamos préstamos personales de hasta 20.000 euros para cubrir las entradas de estas viviendas". Desde entonces, "nos han estado cobrando intereses altísimos que seguimos pagando mensualmente desde el año 2005". Además, se gastaron hasta 18.000 euros en comprar cocinas que no han podido instalar.

Ahora, como solución propuesta por la propia empresa, saben que no tienen derecho a la subvención que se les prometió al firmar. Ya no hay dinero para eso.

Los afectados aseguran que la desesperación ya ha llegado a su límite. La mayoría viven de alquiler y con hijos a su cargo. La situación de algunas familias es extrema, hasta el punto de que en una misma casa viven 9 personas, alguna con 5 miembros en la misma habitación.

Por ello, advierten: "Si a lo largo de la próxima semana, no se están tramitando las hipotecas y entregando las llaves, volveremos a solicitar los permisos correspondientes para convocar más manifestaciones y ejercer cuantas acciones sean precisas para la consecución de nuestros fines. Haremos lo necesario para que nos hagan caso de una vez por todas".