Muchos ayuntamientos de La Palma han recibido, casi todos en el mes de junio, cartas remitidas por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), en las que se les reclaman liquidaciones por derechos vinculados a actos culturales y festivos desarrollados el año pasado, e incluso deudas acumuladas durante toda la pasada legislatura, desde 2007. Lo curioso es que, en esas liquidaciones, se exige el pago de cantidades por grupos no registrados, espontáneos o marcados por la improvisación, como son los poetas versadores del ancestral punto cubano o las propias murgas que actúan en los carnavales de la Isla.

Según algunas liquidaciones remitidas por la SGAE a ayuntamientos palmeros, se cuantifican remuneraciones por derechos de autor realizadas por cuenta de la propia sociedad. Piden que las mismas sean abonadas y que en un plazo de 15 días, desde la recepción de la carta, se les remita el presupuesto municipal para próximas liquidaciones.

Los consistorios se están encontrando con la sorpresa de que se les está facturando por grupos locales, que tocan sus propias piezas musicales, conjuntos de baile creados dentro de la promoción deportiva, pasacalles infantiles, por actuaciones de payasos y por otros conjuntos basados en la improvisación.

Algunos ayuntamientos, como es el caso de Fuencaliente, con apenas 1.800 habitantes, se niegan a pagar más de 3.000 euros en supuestos derechos de autor liquidados solo por los actos organizados en 2010. La SGAE reclama al consistorio muchas cantidades, entre ellas, por: un pasacalle y festival infantil (350 euros), un festival folclórico (350 euros), la actuación de los versadores (520 euros), las Viejas Solteronas (100 euros) y una actuación de la Murga Ni Si Ni No de Tazacorte (180 euros), entre otras cantidades y eventos.

Existen otros casos, como el de Los Llanos de Aridane o Tazacorte, en donde se han recibido cartas en la que la SGAE les recuerda a los ayuntamientos la obligación legal de pagar sus liquidaciones, para las que se reclama información de las actuaciones festivas y culturales realizadas en las últimas cinco anualidades, desde el año 2007.

Se niegan a pagar.- La Sociedad General de Autores y Editores incluso amenaza con reclamar por la vía judicial el pago de las cantidades que dice que le adeudan los ayuntamientos por las diferentes representaciones festivas. Antes de acudir a la vía judicial, la SGAE envía durante bastante tiempo esas cartas para reclamar el dinero pendiente. Algunos casos llegan a la asesoría jurídica.

Sin embargo, los ayuntamientos consultados hablan de una solicitud que consideran "injusta" y que solo tiene un sentido, el recaudatorio, por lo que manifiestan su profundo rechazo. Además, algunos han contestado por escrito a esas liquidaciones afirmando que "entendemos que pudiera existir un enriquecimiento ilícito en este asunto, una extorsión al exigir derechos sobre asuntos que no son competencia del SGAE". En ese sentido, se niegan a facilitar las cuentas municipales para hacer efectiva la liquidación.

¿Para los autores?.- Aunque no es el caso de los versadores ni de una murga, se supone que el dinero facturado no es para el SGAE sino para el autor de la obra. En la propia página de esta sociedad, se aclara que "se reparten los derechos a cada uno de nuestros socios sin que por ello obtengamos ningún beneficio. Únicamente deducimos unos mínimos costes de administración para realizar nuestra labor y poder brindar en cada momento lo que corresponde como creador o editor". El descuento medio es del 15,6 por ciento.

El SGAE afirma que solo cobra por los autores que le han cedido la gestión de sus derechos. Incluso, si el acto es benéfico, la sociedad dice estar obligada a facturar y aplicar las retenciones fiscales pertinentes. En algunas ocasiones, cuando se encuentran con problemas en los ayuntamientos, se relaciona la falta de información con un problema de falta de profesionalidad en la preparación de las actividades culturales y las actuaciones festivas.

Los poetas versadores de la Isla, indignados

La Asociación de Versadores de La Palma, que se llama Los Resucitados, con grupos como Punto y Clave, ha conocido de la mano de algunos ayuntamientos las liquidaciones del SGAE en las que se incluyen cantidades facturadas por sus actuaciones. Se muestran indignados, ya que "ni estamos registrados ni se puede cobrar por una improvisación". Yapsi Bienes, uno de los miembros de la asociación, aseguró que "solemos actuar en muchas fiestas, recuperando una tradición ancestral, que es la improvisación de décimas sobre la realidad cotidiana y asuntos propuestos incluso por el público, de forma espontánea. Nada preparado de antemano". Por lo tanto, "no existen letras registradas ni se puede cobrar ningún canon por eso". Por otra parte, señaló Bienes, "como género, hablamos de algo muy antiguo, que se ha declarado Bien de Interés Cultural. En ese sentido, insistió: "Dejamos claro, ante los ayuntamientos, que no les pueden cobrar por esto. Nadie del SGAE puede reclamar cantidades por nuestras actuaciones y, como pasa con muchos grupos, no sabíamos que cobran por nosotros".