El grupo de gobierno del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, que preside Juan Ramón Rodríguez Marín, ya no sabe que más hacer para "librar" al barrio turístico de Puerto de Naos de la presencia de un grupo de tres indigentes que "habitan" bajo un laurel de indias, en medio de la avenida Marítima, desde hace casi cinco años, pese a las constantes quejas que surgen por parte de los vecinos y de los turistas.

La negativa del Juzgado de Los Llanos a intervenir en este caso, tal y como reclamó el propio consistorio hace dos años, ha motivado la adopción de otras iniciativas municipales, dentro de los márgenes que permite la Ley, para boicotear la presencia de estas personas en la zona. Así, además de una constante presión policial para evitar la ingerencia de unos perros abandonados que los acompañan, se ha pedido a los empresarios y vecinos del barrio que no faciliten alimentos ni bebidas alcohólicas a los indigentes, para que terminen marchándose del lugar.

El alcalde justifica la solicitud cursada a los comerciantes y vecinos de Puerto de Naos: "Estamos haciendo un esfuerzo importante en este barrio dentro de nuestras posibilidades y no vamos a permitir que se pierdan todas esas acciones (oficina turística, zona aparcamientos, instalaciones deportivas, alumbrado...) porque estas personas no sepan convivir y generen molestias y problemas de seguridad, tanto a los vecinos como a los turistas".

Hace años que estos indigentes se "apoderaron" del laurel, para quedarse en esta zona en malas condiciones de salubridad, con inseguridad por la presencia de una jauría de perros y con problemas de acondicionamiento del espacio. Sin embargo, aclara el mandatario local, "el juzgado lo que dijo es que esa gente ha elegido libremente vivir en la calle. Ante eso, la solución es que todos actuemos en conjunto para evitar que les sea cómodo estar en esa avenida".

Así, el boicot que se reclama desde el ayuntamiento, una especie de embargo social, consta de evitar cualquier relación comercial o de otro tipo con estas personas, como forma de reprobación de sus acciones. Una táctica que, unida a la presión presencial que ejerza la Policía, termine por causar la retirada de estos indigentes de la zona.

Para ello, aclara Rodríguez Marín, "pido a los empresarios que están facilitando la implantación de estos indigentes en Puerto de Naos por darles bebidas o alimentos a cambio de labores de ayuda, que erradiquen estas prácticas a fin de sacar a estas personas de la calle para mejorar la convivencia y la imagen del núcleo".

Se multiplican las quejas.- Con el paso del tiempo y a la vista de que no se ha solucionado el problema, se han sumado a las quejas vecinales varios escritos de protesta remitidos por propietarios de instalaciones alojativas en la zona.

Hace casi dos años, el juzgado decidió no admitir una solicitud remitida desde el Consistorio llanense, avalada por dos informes de Servicios Sociales y el cuerpo de la Policía Local, para que se interviniera en Puerto de Naos a fin de dar solución a las denuncias vecinales y empresariales que se habían generado.

Estas personas provocaron cierta alarma social, principalmente por las acciones que desarrollan en las vías públicas y por la tenencia de multitud de perros agresivos. El alcalde aclara que "la presencia de estos indigentes nunca ha resultado cómoda para los vecinos y para los turistas y atenta contra la convivencia diaria del barrio por los incidentes que están generando".

Capturar perros.- Precisamente ayer, varios policías locales se personaron en la zona por una nueva denuncia motivada por la presencia de perros que molestaban a los turistas que iban de compras. El ayuntamiento ha decidido capturarlos, aunque ello requiere de varios días de intervenciones en diferentes puertos del núcleo de Puerto de Naos. Los perros, según dice el alcalde, son propiedad de los indigentes del laurel.

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