Los palmeros son verdaderos catedráticos en Hidrología. Experimentados ingenieros ejecutores de obras hidráulicas infalibles, capaces de situar a la Isla, tras más de 150 años de esfuerzos de abuelos, padres e hijos, a la altura de una verdadera Universidad Hidráulica, de la que se puede exportar todo un conocimiento adquirido tras una larga experiencia en trabajos de perforación y extracción de aguas subterráneas realizadas por los propios ciudadanos y, en la mayoría de los casos, pagadas por ellos mismos.

Cientos y cientos de kilómetros de galerías y pozos así lo corroboran. El último inventario realizado por el Consejo Insular de Aguas de La Palma sobre captaciones subterráneas sitúa la cifra en unas 170 galerías (con una longitud media de 1.100 metros), más de 80 pozos (de hasta 150 metros) y hasta 300 nacientes. Casi la mitad de estos recursos hidráulicos aún siguen activos. A estos se suman los doce tomaderos de agua existentes en barrancos de la Isla, miles de kilómetros de canales para transportar el agua, con miles de medianos depósitos privados, así como una decena de grandes embalses que impide una pérdida masiva del recurso hidráulico que emana de los tres acuíferos principales de la Isla: Coebra, Las Vertientes y Costero.

Es la herencia dejada por la cultura del esfuerzo y el trabajo, de una generación que vivió y sufrió la escasez de la postguerra. Una seña de identidad única, tras años de sacrificio, de la que hoy se benefician las actuales generaciones de palmeros, que no tienen la necesidad de consumir otros recursos (petróleo, gas...) para conseguir agua de consumo humano para sus 85.000 habitantes o de regadío para más de 4.000 hectáreas de plataneras, con un abastecimiento garantizado.

La rentabilidad ha sito tan importante que se ha logrado multiplicar por cinco la producción de agua en la Isla. El Consejo de Aguas estima que, actualmente, la obtención de del recurso hídrico se sitúa en unos 75 hectómetros cúbicos por año, de los que 40 proceden de galerías, 20 de pozos, 10 de nacientes y 5 de tomaderos.

Esa imponente cantidad de agua heredada llega al subsuelo a razón de unos 300 hectómetros cúbicos por año, que recargan los tres acuíferos. Las precipitaciones que caen en la Isla doblan las del resto de Canarias, con una media de 750 litros por metro cuadrado cada año.

Nuevas perforaciones.- Sin embargo, ese excelente balance hidrológico no frena el incesante e incansable afán del palmero por seguir perforando la roca. Aún hoy, se sigue trabajando con nuevas técnicas, diferentes a la pólvora, al pico y a la pala que se utilizaban décadas atrás, en la búsqueda de alumbramientos de agua y nuevos caudales en el inagotable subsuelo de la Isla. Más que nuevas galerías, lo que se realizan son extensiones y ramales en las ya existentes.

Así, el Consejo Insular de Aguas sigue autorizando aún obras que buscan alumbramientos de aguas subterráneas. La última actuación autorizada, la más reciente, fue publicada en el BOC con fecha de 22 de septiembre de este mismo año. Ha sido en el Barranco de Las Grajas, en Garafía, dentro de la conocida como galería de Las Goteras, perteneciente a la Comunidad de aguas de Santo Domingo. Estas obras se realizan a 2.795 metros de profundidad, desde la bocamina.

Abandonadas.- Por el contrario, mientras se buscan nuevos alumbramientos, también se dejan en desuso otros antiguas perforaciones han dejado de aportar caudales. Tras décadas de explotación, actualmente se calculan que un centenar de galerías y unos 40 pozos están abandonados.

Precisamente por eso, desde este mismo año, el Consejo Insular de Aguas de La Palma realiza una revisión de la situación y el estado de estas instalaciones de captación de aguas subterráneas, de forma que, aprovechando el desarrollo de las nuevas tecnologías de información geográfica, se permita reubicar este tipo de obras sobre el territorio. Asimismo, se persigue validar la localización inventariada y verificar las condiciones de accesibilidad, así como el estado de estas explotaciones, que podrían suponer un serio peligro para las personas.

el ranking

Infraestructuras que sirven de referencia

La Isla bate todos los récords en cualquier tipo de obra hidráulica. Basta con revisar los datos que recabó Carlos Soler Liceras, profesor de Obras Hidráulicas de la Escuela Técnica de Ingenieros de Obras Públicas de la Universidad de La Laguna, en una charla celebrada hace unos años en la Isla, para compararlos con los del resto de Canarias. En La Palma están las galerías más profundas (de hasta 6.600 metros en los Trocaderos, Barlovento, o de 5 kilómetros en Los Pajaritos), el pozo con mayor caudal (El Salto con 1.400 pipas por hora), la balsa de mayor capacidad (Laguna de Barlovento con 3,5 hectómetros cúbicos), y la de mayor profundidad (Sistema Hidráulico de Adeyahamen-Bediesta), los tomaderos de mayor aporte de aguas superficiales (Heredamientos de las Haciendas de Argual y Tazacorte), el túnel de mayor caudal y mejor calidad (Túnel de Trasvase) y el mayor aprovechamiento hidroeléctrico de Canarias (Salto del Mulato).