La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) dio luz verde ayer al proyecto de la Balsa de Vicario, incluida en el sistema hidráulico de La Viña (Fase 2ª), que se ejecutará en el municipio de Tijarafe y que suministrará agua a más de 2.400 hectáreas de cultivos plataneros en toda la Comarca del Valle de Aridane, incluyendo el municipio del noroeste de la Isla, una superficie que representa la zona agrícola más importante, por volumen de producción, de Canarias.

El organismo aprobó de manera condicionada la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de infraestructura hidráulica denominado "Presa de la Viña, Fase 2ª, Balsa de Vicario", promovido por la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, con una capacidad de 1.600.000 metros cúbicos de agua y un presupuesto de once millones de euros. La evaluación conjunta del impacto previsible resultó ser, para el órgano promotor, "poco significativa y de gran trascendencia positiva para la agricultura y el sistema territorial del Valle de Aridane y de Tijarafe, en el que se consumen 33 hectómetros cúbicos de agua al año.

El proyecto surgió con el objeto de aumentar los volúmenes de aguas superficiales captados en el barranco de Las Angustias mediante un nuevo tomadero transportándolo hasta un embalse. Al respecto se consideraron dos proyectos: balsa de la Viña y conexión con la balsa de Las Haciendas, y la balsa de Vicario, siendo este proyecto el evaluado por la Cotmac, con una conexión con el canal Garafía-Tijarafe, lo que permite integrarlo en el sistema hidráulico.

Condiciones

Entre los condicionantes establecidos por la Comisión destaca, precisamente, la necesidad de que la utilización de caudales del Canal Garafía-Tijarafe para el llenado de la balsa deba planificarse de tal manera que no comporte la detracción de agua para otros usos demandantes del recurso, debiendo restringirse, por lo tanto, a los excedentes que pudieran generarse.

Igualmente, durante la fase de construcción, se deberá realizar un seguimiento ambiental de los valores de inmisión teniendo en cuenta los usos residenciales cercanos, al objeto de que el seguimiento ambiental de la incidencia potencial del proyecto sobre el bienestar humano y la actividad agrícola por inmisión de polvo y partículas sea efectivo y representativo. Si bien el Estudio de Impacto Ambiental ha estimado los niveles de presión sonora potenciales en el entorno de la balsa de Vicario durante la fase de construcción, la Cotmac además considera que dadas las características del proyecto y la proximidad de usos residenciales es imprescindible extremar las medidas de seguimiento y control en relación con la incidencia potencial por ruido, en la construcción y cuando funcione.

Además, al objeto de minimizar cualquier afección sobre la especie de bejeque noble (Aeonium nobile), deberá realizarse un nuevo reconocimiento de campo previo al inicio de las obras.