La Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias ya ha finalizado los trabajos de red de saneamiento del casco urbano de El Paso, con un colector de 3,5 kilómetros que conectará el centro de este municipio con la red de Los Llanos de Aridane y la nueva depuradora comarcal, a punto de ser puesta en servicio. La última actuación realizada, a falta de adaptar las tapas del saneamiento, ha sido la colocación de la nueva capa de asfalto en la carretera de la cuesta de Hermosilla, por donde discurren las tuberías instaladas.

La red que estrenará en breve El Paso permitirá eliminar de golpe más de 300 pozos negros, con la conexión a la misma de las viviendas que conforman gran parte del casco urbano, en la zona denominada Paso de Abajo, con multitud de calles transversales y paralelas en las que aún se vierten las aguas residuales al subsuelo, mediante el sistema de filtración.

La actuación, con un presupuesto final de casi un millón de euros, incrementado a raíz de algunos inconvenientes generados en el trazado de la red, ha sido financiada íntegramente por el Gobierno de Canarias y ejecutada por la empresa Ruiz Romero Firmes y Construcciones SA. La misma sufrió un considerable retraso motivado por la proyección de obras complementarias anexas no incluidas en el proyecto inicial.

Precisamente, la paralización de las obras generó varias protestas entre los vecinos de las Cuestas de Hermosilla, pertenecientes a los municipios de Los Llanos de Aridane o El Paso, según la ubicación de su vivienda, ante la acumulación de meses fuera del plazo previsto, que se ha extendido hasta dos años y medio.

Con este proyecto se facilita que las aguas residuales generadas en El Paso sean trasladadas directamente a la nueva depuradora del Valle. La estación actual de Los Llanos cuenta con capacidad para tratar 1.000 metros cúbicos diarios de aguas negras, pero se espera que en breve, cuando se convierta en comarcal, trate hasta 3.000 metros cúbicos cada día.

El municipio de El Paso no disponía de red de saneamiento ni de pluviales. Por este motivo, el Gobierno asumió la responsabilidad de evitar la situación actual, en la que las viviendas resuelven el problema de evacuación de aguas residuales mediante la construcción de pozos negros que filtran el agua hacia el subsuelo.