El proyecto para ampliar el puerto de Tazacorte ha comenzado a ejecutarse. Las obras empezaron esta misma semana en la zona sur de la instalación portuaria que se destinará al muelle de ribera, según adelantó a EL DÍA el consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, Juan Ramón Hernández Gómez. La Unión Temporal de Empresas Dragados-Drace-Trayesa, adjudicataria del concurso, está desarrollando los primeros trabajos que se extenderán a lo largo de 22 meses, con un presupuesto de 53,7 millones de euros.

El objetivo de la actuación es el de ampliar unos 500 metros lineales el dique exterior del puerto, que además contará con una anchura en la zona de conexión con el dique existente, que incluye el espaldón actual, de 100 metros, lo que en términos comparativos supondría la extensión que ocupan siete campos de fútbol. A esto se sumará otra superficie de 10.000 metros cuadrados en el muelle de ribera, en donde se ubicará la zona pesquera del puerto.

El proyecto, una vez ejecutado, permitirá el atraque de hasta dos buques de gran tamaño, de manera perpendicular, mediante dos líneas de atraque enfrentadas. Además, se ampliará la zona interior dedicada al refugio de embarcaciones pesqueras y de recreo, aumentando las explanadas terrestres y el tamaño de la playa, con el añadido de facilitar un abrigo lo suficientemente amplio para resguardar los barcos del oleaje de la zona.

Para ello, el nuevo dique exterior, que alcanzará los 1.257 metros lineales, contará con cuatro alineaciones, las tres primeras con una tipología en talud y la última formada por cajones prefabricados de hormigón. Esto permitirá una mejor operatividad del puerto y facilitará que una parte de los sedimentos vertidos al mar por el barranco de las Angustias, situado al sur del puerto, se depositen y formen una nueva playa con la misma alineación que la actual, pero adelantada 93 metros.

Además, partiendo del extremo del actual dique, se prevé la construcción de un contradique con la doble función de servir de atraque y proteger la dársena interior reduciendo su agitación. Asimismo, en el lado opuesto de la bocana, se realiza una ampliación de la explanada pesquera y se prolonga el borde de ribera de forma que se mejoran las condiciones de agitación en el interior de la dársena y se aumenta su operatividad.