El paro no da tregua en Canarias. Según las cifras dadas a conocer el lunes, ya son 300.000 las personas inscritas en las oficinas de empleo, aunque de acuerdo con los datos de la ncuesta de Población Activa, publicados hace unas semanas, el número estimado de parados es muy superior, ya que se aproxima a los 400.000. Pensamos que estas cifras están maquilladas y que la realidad es aún peor. No obstante, incluso así son cifras aterradoras. Cifras que reflejan las calamidades y miserias padecidas a día de hoy por unas Islas sin razón alguna para ello, porque siempre fue esta una tierra rica, próspera, liberal y abierta al comercio internacional pese a los obstáculos que siempre ha puesto spaña a nuestras relaciones internacionales. Una situación, como decimos, que pertenece al pasado, ya que por culpa de un Gobierno necio el presente no puede ser más desolador.

Tenemos al frente de esta comunidad autónoma -falsa comunidad autónoma, lo decimos un día más, porque en realidad somos una vergonzosa colonia- a un señor que en su vida privada se llama don Paulino Rivero. Pues bien; el presidente del Gobierno de Canarias, don Paulino Rivero, tiene la culpa de que estemos como estamos. Tan responsable de lo que está sucediendo es él como su aparente Gobierno, ya que en realidad no es un Gobierno, sino un desastre. Una forma políticamente despótica de ejercer el poder cuya perpetuación es posible que se prolongue, si Dios no lo remedia, en la figura de una persona sin vergüenza política como es doña Ana Oramas; la representante de Coalición Canaria en Madrid que no ha hecho nada, absolutamente nada, por ayudar a su pueblo. Tan solo se ha dedicado a practicar la política pura. Últimamente también opina sobre la abdicación del Rey.

Canarias pasa hambre. n Canarias se muere la gente en las listas de espera sanitaria. n Canarias muchos niños van a la escuela sin haber desayunado porque sus padres, arruinados por el nefasto Gobierno que preside don Paulino Rivero, no tienen con qué alimentarlos. Mientras tanto, los políticos cobran enormes sueldos para estar de orgía en orgía. Cuando dicen que están asistiendo a una reunión, en realidad están en una orgía política en la que comen bien a costa del hambre de los ciudadanos. Reuniones o cónclaves no para elegir a un papa, sino para pasarlo bien pues no les falta ni el asiento cómodo, ni el agua embotellada de marca conocida, ya que ni siquiera en eso se mezclan con el pueblo. Alguno que otro de estos políticos hasta se construye una mansión cuyos lujos le darían envidia a un pachá.

Canarias, lo decíamos en nuestro editorial de ayer, puede disfrutar de una riqueza similar a la que poseen los dragones asiáticos, entre ellos el célebre Singapur. l día que se quite de encima el yugo colonial español y también a la actual morralla política, Canarias podrá tener un gobierno libre y liberal que deje a los empresarios, y a cualquier emprendedor, la capacidad de acción suficiente para desarrollar una economía moderna, sin cortapisas y sin las penurias actuales. Un gobierno que no robe la riqueza de sus ciudadanos, como hace hoy en día el Gobierno rapiñador y colonialista de spaña, al que estamos sometidos de forma esclavizadora y vergonzosa. A tal grado ha llegado nuestra miseria por culpa del colonialismo y del Gobierno que preside don Paulino Rivero Baute, que decir que somos canarios equivale a decir que no somos nada ni nadie. quivale a decir que somos perros. quivale a que el godo se ría de nosotros, de la misma forma que se ríe del pueblo canario, y de quienes defienden sus ansias de libertad, el quinto godo de la prensa; el periodista canarión que ayer volvió a arremeter contra nosotros, esta vez con acusaciones gravísimas. Hablamos de un periodista mendaz rodeado de otros profesionales -es un decir- tan anodinos como él, que han ido rebotando de medio en medio, porque no los quiere nadie, hasta acabar en una emisora de poca audiencia en la que se siguen creyendo importantes.

l godo solo nos quiere para darnos chucho y para robarnos la comida que tenemos no en unos platos puestos sobre la mesa, sino en cuencos de perros. l godo no nos permite ni que comamos como canes hambrientos y sarnosos. l godo lo quiere todo para él. so el día que podemos comer, pues muchos canarios ni siquiera tienen la suerte de los perros de comer una vez al día.