Hoy voy a meterme con un tema para mí escabroso, pues tengo personas amigas que podrían molestarse con mis comentarios, pero quiero ser riguroso con lo que me gustaría para la ciudad en que vivo hace más de 60 años. Lo hago en sintonía con lo expresado por Raúl Baduel, exministro de Defensa de Venezuela, encarcelado por pedirle a Chaves reformas democráticas, que afirmó en su momento que los demócratas, y yo me considero uno de ellos, "no deben quedarse en la inacción", como tantas veces ocurre en todos los partidos hoy en día en España, y en Canarias lógicamente. Siempre echaré de menos un sistema como el británico, en que no hay listas cerradas sino que los cargos políticos los eligen los electores. Y tienen que responder ante ellos y no ante el partido.

La ciudad yo la conocí en los años 50 limpia, segura, ordenada, con vistas al mar. Enfrente del Cabildo se veía a pescadores en los muros que daban al mar pescando; el puerto era accesible. Después lo llenaron todo de cemento para abarrotarlo de contenedores. Esto costaría un buen montón de dinero, muchos millones, ahora hay proyectos, algunos gracias a Dios desterrados, de echar abajo todo y volver a construir otra cosa, se ha hablado incluso de una playa, cuando tenemos una hermosa en Las Teresitas que ha costado una millonada, y según los que a ella van -porque yo he dejado de ir últimamente-, está de pena y el proyecto, que también costó una burrada, sin realizar. Se construyó un edificio, creo que para aparcamientos, que una vez más costó un buen montón de dinero, y ahora lo quieren derribar. ¡aberlo pensado antes! Esto también costaría bastante dinero.¿Por qué no se le busca una función, que incluso podría ser la de aparcamientos, siempre necesarios o/y oficinas o locales? Cuando un célebre arquitecto extranjero así lo proyectó, por algo sería.

ablo tanto de dinero porque Canarias, y por supuesto Santa Cruz, tiene una cifra de paro que es la mayor, después de Andalucía, de España y de Europa. Con estos dineros perdidos se podría contratar a mucha gente, como antes: guardianes de jardines y parques, hoy desasistidos; vigilantes que hagan cumplir las ordenanzas del ayuntamiento, especialmente los deshechos de las mascotas, tan abundantes. En Viena (Austria) existen con buen resultado. En esta época de pérdida de valores, especialmente urbanos -¡qué diferencia con los alemanes!- muy pocos propietarios los recogen, no digamos los orines. ¿Quién lleva una botella de agua para diluirlos? Nadie. Esto ensucia las aceras y los jardines y los equipos de limpieza de la ciudad, escasos, no dan abasto, incluso en zonas de primera, residencial, que nos cobran más tributos. Recuerdo una época que viví temporalmente en Madrid: los camiones con mangueras limpiando calles y aceras; en Santa Cruz hace tiempo también pasaban camiones con un sistema de riego, que algo hacían.

ablando de contratar para rebajar la angustia de tantas familias, hoy en día hay muchos residentes que están abandonando la ciudad por falta de perspectivas, lo cual no se daba últimamente, sino todo lo contrario. Se podría contratar gente igualmente para limpieza de los barrancos, siempre necesario para evitar inundaciones. Volver a instalar los servicios públicos que existían, y así nos evitaríamos el mal olor y los deshechos, especialmente en zonas (plaza de La Candelaria...) y en festejos como los carnavales, ¡lo más importante, por lo visto, en la vida de la ciudad! No soy enemigo de ellos. En su época disfruté con los mismos, pero dentro de un orden, menos gastos desmesurados y mantenimiento del orden y el respeto, a las personas y a la ciudad.

En Las Palmas de G.C. han puesto en servicio unos "vigilantes de movilidad" que colaboran con la Policía Local, que por lo visto no tiene suficiente personal, para el control de trafico y otros aspectos. El caso es contratar gente, construir viviendas sociales y gastar menos en obras faraónicas, como la Vía Litoral, en la avenida de Anaga, que ha destrozado una de las calles más bellas y necesarias de la ciudad, como la plaza de España, y esa enorme explanada anexa, todo de dudoso resultado para mí, suprimiendo además aparcamientos ¡tan necesarios!; tambien gastar menos en festejos demasiados costosos.