Hoy me he decidido a contestar un artículo del herreño Eligio ernández, publicado en la prensa local, supongo que como rechazo a la elección soberanista del pueblo catalán que tanto sarpullo está ocasionando en la epidermis españolista, debido a la alergia a todo lo que no sea español y solo español. Y si bien la respuesta merece ser exhaustiva, me constreñiré al espacio que el nuevo diseño de EL DÍA me tiene asignado, diciendo lo que pienso, y pensando lo que digo.

Dicho artículo, titulado "La falacia de los nacionalismos" (al que habría que oponer, "Lo artificioso del españolismo"), no tiene desperdicio, por cuanto el exfiscal general del Estado, que se considera más "español" y socialista "federal" que nadie, se erige "motu proprio" en defensor a ultranza de la "causa nacional española", y arremete contra todo lo que se mueve en una clara e inequívoca muestra de la confrontación nacionalismo español vs nacionalismo periférico. Y como yo soy un nacionalista canario "convicto y confeso", empleando la terminología jurídica en sintonía con la condición de jurista del autor, me siento concernido y el texto de Eligio ernandez (ex delegado del Gobierno de España) no solo me ha ofendido gravemente, por sus descalificaciones, sino que ha constituido un ataque gratuito a mi inteligencia y a mi condición de patriota canario.

Empieza el amigo Eligio diciendo que "los escritores y políticos republicanos canarios tenían del Estado (se refiere al Estado español) una concepción federal, sin duda la más brillante de la historia contemporánea de Canarias, que asumimos muchos universitarios de mi generación gracias al magisterio del profesor Gumersindo Trujillo (mi ilustre paisano gomero) sobre el federalismo español, como la mejor forma de descentralización política del Estado democrático, de la que fueron principales exponentes, junto con su fundador, el socialista catalán don Francisco Pi y Margal, don Nicolás Estévanez y don José Franchy Roca, las figuras más señeras del republicanismo federal canario, que defendió don Benito Pérez Galdós, presidente de la conjunción republicano socialista de principios del siglo XX (1907-1913)". Cita histórica que utiliza para "arrimar el ascua a su sardina" y, acto seguido, hacer alarde de sus amistades dentro de los nacionalismo vasco, catalán y canario -según dice-, y añadir que se ha resignado a que en su tumba puedan esculpir la frase "Se murió sin saber ni entender lo que era el nacionalismo". Una gracieta de Eligio, que siempre habla o escribe "ex cátedra", pontificando, y que constituye (¡esta sí!) una auténtica y pura falacia.

Porque ya se sabe que Eligio, que es más españolista que los propios españoles, se basa en la llamada Carta Magna, en la que los padrastros de la impuesta Constitución monárquica española de 1978 acuñaron el término "nacionalidad" para sortear los llamados nacionalismos históricos vasco y catalán, fundamentalmente; que como ya he dicho en reiteradas ocasiones, es una aberración semántica y una perversión jurídica del concepto de nacionalismo. Por tanto, y haciendo pedagogía, ya que él mismo dice no entender ni comprender el nacionalismo -seguramente por sus "carencias intelectuales", se mofa-, tengo que explicarle al socialista Eligio ernandez que nacionalismo viene de nación, no de nacionalidad, y es consustancial con independentismo. Es la expresión política más genuina que adopta el ser humano, y tiene un gran componente antropológico puesto que el hombre se identifica con la tierra que lo vio nacer, con sus gentes, sus costumbres, su folklore etc.

El nacionalismo es la más excelsa y gratificante condición del ser humano (el propio Eligio es un recalcitrante nacionalista español, y actúa como tal). Y le informo, como ya he dicho en alguna otra ocasión, de que los grandes retos de la humanidad para el siglo XXI son la eclosión de los nacionalismos, como consecuencia de la artificiosa cohesión territorial de los Estados (y ahí están los ejemplos de la extinta URSS y de la ex-Yugoslavia, con España que sigue el mismo camino), y la obtención y posesión del "oro blanco", el agua. ¿Qué falacias escribe Eligio?

Por otra parte, el escrito de Eligio ernandez está lleno de medias verdades, y él sabe por qué. En primer lugar, porque la cuestión federal en un Estado Federal, con mayúsculas, es imposible aplicarla en un régimen monárquico, heredero ideológico, en la mayoría de sus instituciones, de un régimen dictatorial, autoritario, totalitario, fascista y centralista. Con una pseudosocialdemocracia que no da la talla europea. Y en segundo lugar, porque Eligio debería elegir la opción por la que parece decantarse la mayoría de los españoles de izquierdas, la III República, y ya está.

Referente al auténtico y ortodoxo nacionalismo canario, que profeso, es tan legítimo como el suyo.

rmorenocastilla@hotmail.com