Esta semana continúo con el tema musical hablando de esta grandísima soprano italiana, nacida en 1946. De familia humilde, tuvo que luchar mucho para situarse entre la élite de los intérpretes de su época, por lo que también hizo carrera de actriz de cine con notable éxito. Tiene una importante discografía, y ha cantado con los principales artistas. Actualmente dirige festivales de ópera en su país.

Después de un montón de horas de viaje recaló en Tenerife para una actuación. Su manager me recalcó que era una mujer caprichosa y algo diva, así que me presenté a las diez de la noche en el aeropuerto Reina Sofía con un ramo de flores. Tras la recogida del equipaje, salió con el rostro cansado, pero manteniendo su belleza. ra una mujer verdaderamente guapa, también atractiva, y se parecía a la famosa actriz americana Kim Novak. l cansancio no le dejaba estar muy comunicativa, y se sentó en el asiento delantero, dejando a mi mujer y el manager detrás, que estaba preocupado esperando algún reproche. l largo trayecto desde el sur sirvió para que fuera hablando poco a poco, intercalaba palabras en español e italiano, por lo que la entendíamos con facilidad. Una y otra vez la adulaba diciéndole: "pobrecita mía, que cansada estás" y ella respondía con mimo. Le pregunté si tenía ganas de cenar, y quedó en un quizás, así que pare en Candelaria, en el Mesón La Z. Se comió una cazuela de pulpo y un plato de pollo al ajillo con su correspondiente vaso de vino. n ningún momento le dije que se estaba haciendo el ensayo pre-general en el teatro Guimerá, e insistí que se acostara y descansara, pero al llegar al hotel me dijo: "me quito los tacones, me pongo ropa más cómoda, y bajo enseguida". n la habitación tenía una sorpresa, una cesta de frutas tropicales y una botella de champagne. Al bajar, me plantó dos besos y fuimos al ensayo, que acabó a las dos de la madrugada. Al día siguiente se levantó renovada, y le apeteció comer langosta, qué mejor sitio que en San Andrés. staba radiante, feliz, comunicativa, y en ningún momento fue la famosa diva que tanto temíamos. Se sinceró con nosotros en una conversación hablando de la familia, de nuestros seis hijos, y ella contó su vida, los deseos de ser madre, se había gastado una fortuna para poder quedarse embarazada, y que no funcionó ningún tratamiento, y por ese motivo apadrinaba en Italia un importante centro dedicado a los disminuidos psíquicos.

Con apenas un ensayo cantó una gran Boheme, la misma obra con la que debutó en 1969. Después del ensayo general, en su camerino, dos señoras le pidieron un autógrafo y el bolígrafo cayó al suelo saltándole unas motas de polvo que casi le ahogan, me pidió airada que quería otra alfombra y la tuvo al día siguiente, lo que nunca supo es que Berto Bello la pidió prestada a la funeraria Sampol. Por cierto, otra desaparición del pasado año ha sido la de la esposa de Berto, mis condolencias y un fuerte abrazo a la familia.

Un tiempo después nos encontramos en Las Palmas, cantaba Lucrecia Borgia. Al terminar la representación, acompañado con mi mujer, pasamos por el camerino. staba lleno de autoridades, directivos y aficionados, pero nos vio de lejos y apartó a todo el mundo para abrazarnos. Cenamos con ella, invitados por los amigos de Las Palmas, y pidió a la directiva que me sentaran a su lado, se le veía una mujer feliz y dichosa. No era tan caprichosa como decían, y pedía no ser tratada con tanta adulación. Su belleza natural, sencillez, ternura, y su melodiosa voz, calaron en los teatros de ópera más importantes del mundo. Premiada con importantes galardones en su Italia natal, en los 25 años de carrera fue galardonada en Viena con el "Kammersinger", premio que han recibido muy pocos cantantes, entre ellos Alfredo Kraus.

Recuerdo con mucho cariño a esta mujer extraordinaria, que triunfó desde la humildad y a la que deseo mucha felicidad en su vida.

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