Oficialistas y opositores en Canarias siguen de cerca la situación en Venezuela cuando faltan ya solo siete días para que el presidente electo, Hugo Chávez, asuma de nuevo el cargo el jueves de la próxima semana. Su precario estado de salud abre dudas sobre si será capaz de resistir el traslado desde La Habana, donde se encuentra convaleciente de una operación practicada hace unos 20 días, qué pasará si no lo hace y, en caso de lograrlo, si podrá desempeñar sus funciones los próximos seis años, periodo de duración de la legislatura.

El punto de vista oficialista lo explica la integrante de la Plataforma Bolivariana de Canarias, Catherine Hernández, que de entrada desmiente las acusaciones de "oscurantismo" sobre la enfermedad de Chávez vertidas desde la oposición.

"Nadie niega que está enfermo ni que está grave", apunta. "No se niega que atraviesa por una situación delicada tras haber sido sometido a una operación compleja; siempre ha habido información completa y veraz al respecto, y quienes lo niegan son irresponsables", acusa.

Hernández admite que "es posible" que Chávez no pueda asumir de nuevo la presidencia. "Lo que está fuera de discusión es que acaba de haber elecciones presidenciales -fueron el 7 de octubre de 2012- y el pueblo, de forma mayoritaria, eligió continuar con el proyecto socialista revolucionario", deja claro al restar importancia al hecho de que la salud de Chávez pueda ser un problema para su continuidad al frente del país.

Y en todo caso, insiste, si Chávez llegara a faltar, "que quede claro que, aún siendo importante para el proceso, no es indispensable". Para Hernández, su ausencia sería "lamentable" tanto en lo humano como en lo político -"es un gran líder latinoamericano"-, pero "la revolución bolivariana no depende de la figura de una sola persona", asevera tras apuntar que el país ya lleva catorce años de "maduración política", por lo que la sociedad venezolana puede asumir el proceso sin su tutela personal.

Sobre las supuestas divisiones internas que pueden abrirse en caso de ausencia de Chávez, Hernández deja claro que "por supuesto que hay un debate interno, muy sano en democracia, y también hay más de un líder capaz de llevar a cabo el proceso", pero descarta que vaya a abrirse una lucha de poder.

En todo caso, el Ejército no supondrá un problema -"es la institución más sólida del país"- y el ciudadano común no notará los cambios, de producirse alguno.

Pero el presidente de la Unión Canaria Venezolana, Agustín Rodríguez, no está de acuerdo. Señala que el escenario "menos malo" es que Chávez se recupere lo suficiente como para asumir la presidencia en siete días -"es el presidente electo por la mayoría y es lo que toca en democracia"-, pero teme que si ello no es posible, "esa especie de milicias urbanas que ha armado en los últimos años a semejanza de un ejército paralelo" lleve la violencia a las calles.

Como Hernández, cree que las Fuerzas Armadas no están por dar un golpe de Estado, "pero tampoco puede descartarse nada", dice en relación a las supuestas divisiones internas que pueda haber en su seno.

A diferencia de la integrante de la Plataforma Bolivariana de Canarias, considera probable que se abra una guerra por el poder entre los colaboradores cercanos de Chávez. En concreto, cree que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, plantará cara al vicepresidente Nicolás Maduro, lo que generaría aún más incertidumbre.

"Nicolás Maduro es pro-Cuba; es el candidato perfecto para el mandatario de la isla, Raúl Castro, mientras que Cabello tiene una óptica más venezolanista", explica.

Rodríguez rechaza que Hugo Chávez asuma el cargo desde La Habana o que se incumpla el plazo para tomar posesión establecido en la Constitución, como estudian los oficialistas. "Hay que cumplir la Constitución", remarca.

Nicolás Maduro es el vicepresidente venezolano, y también la persona "sugerida, que no designada", por Chávez para presentarse a unas elecciones si hiciera falta anticipar las previstas para 2019. Así lo aclara Catherine Hernández, que destaca su cercanía al mandatario.