Jerónimo Reñasco reside en El Tanque, pero el lunes 24 y martes 25 los pasó en la casa de su hijo, en plena avenida Adolfo Suárez, en Garachico, donde vivió en primera línea los efectos del mar de leva. Este aficionado a la fotografía sabía que se esperaba un temporal marítimo y decidió contemplar su fuerza lo más cerca posible. Desde un primer piso fue testigo de cómo las olas rebasaban una y otra vez la piscina municipal y golpeaban contra las fachadas de los edificios con una fuerza descomunal: "El mar entrando en la avenida impresionaba".

A Reñasco le cogió en plena calle la primera ola que saltó a la vía: "El agua me llegó a media pierna y tuve que acoger en la casa a una pareja de turistas". Por la noche el temporal se endureció: "Las olas no se veían venir, por la oscuridad, pero se escuchaba su fuerza. Cuando entraban en la avenida, llegaban a alcanzar dos metros".

En la noche del lunes al martes casi no durmió. Las olas saltaban hasta las casas de forma continua. "Fue algo espectacular, y por fortuna no ocurrió nada", destaca.