Los vecinos del barrio de La Florida, en La Orotava, reman contra corriente en estos tiempos de recortes y, con esfuerzo, generosidad y trabajo en equipo, vuelven a celebrar hoy sus fiestas en honor de San Antonio Abad y la Virgen de La Esperanza con la tradición de invitar a puchero canario a unas 3.000 personas. Hace ya 40 años, allá por 1973, Miguelina Luis preparó un caldero de puchero que ha dado origen a una tradición popular que hoy, alrededor de las 14:00 horas, volverá a reunir a miles de personas pertrechadas con platos, fiambreras e incluso calderos, dispuestas a recibir su ración de puchero gratis en La Florida.

Casi 300 personas, incluidos los 182 alumnos del colegio Leoncio Estévez, trabajaron ayer para pelar, cortar y distribuir entre más de 50 calderos los ingredientes del enorme puchero que hoy se degustará: unos 500 kilos de papas, 400 kilos de carne de cochino y tocino, 600 kilos de calabaza, 600 kilos de chayotas, 250 kilos de gofio, 100 kilos de garbanzos, 106 gallinas, una furgoneta cargada de coles, 50 kilos de cebollas, 60 kilos de zanahorias, 60 kilos de bubangos y decenas de kilos más de habichuelas, puerros, ajos o espinacas.

Los vecinos han vuelto a donar directamente de sus huertas y fincas buena parte de los ingredientes. El resto se ha logrado a través de donaciones de empresas o se ha comprado también con aportaciones de los habitantes de La Florida.

Esther Pacheco, que se encarga desde 2009 de preparar las raciones de los calderos, destaca que la crisis no se ha dejado notar en la generosidad de los vecinos, aunque sí en el número de hombres que colaboran: "Tenemos a muchos vecinos sin trabajo y la verdad es que nunca se había visto a tanto hombre colaborar en la preparación del puchero".

La gran cita con este plato tradicional de la gastronomía canaria prevé repetir hoy el éxito de convocatoria de años anteriores.