El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez (PP), ha expresado a EL DÍA su malestar, "compartido con vecinos y agricultores", por las obras que Balsas de Tenerife (Balten) está ejecutando en el embalse de La Cruz Santa, "que están coincidiendo con la época de lluvias y provocan que se esté perdiendo la oportunidad de almacenar una gran cantidad de agua que vendría a garantizar el abastecimiento para el regadío de los terrenos agrícolas del municipio".

"No damos crédito cuando pasamos cerca de la balsa y la vemos vacía. No entendemos cómo no se ejecutaron antes estas actuaciones, cuando meses atrás, aún en el largo semestre de sequía, se reconocía por parte de técnicos de Balten -entidad dependiente del Cabildo insular- que se debía proceder a las tareas de mejora y acondicionamiento por una deficiencia en una válvula", lamenta el alcalde.

"El pleno realejero ya pidió al Cabildo que emprendiera acciones de apoyo al sector agrícola ante la alarmante sequía", apunta el concejal de Desarrollo Rural, Domingo García, "acciones que eran urgente entonces y no ahora".

Según García, "nos sentamos con los agricultores en diversas ocasiones para conocer las demandas del sector y su prioridad no era otra que garantizar el regadío, teniendo en cuenta la escasez de lluvias y la falta de abastecimiento desde la balsa, lo que ponía en peligro sus cosechas".

"Lamentablemente hemos visto cómo la excelente temporada de lluvias de los dos últimos meses no ha beneficiado a nuestra mayor fuente de abastecimiento de regadío", critica Domínguez.

Balten informa en su página de internet que la balsa de La Cruz Santa se encuentra "prácticamente vacía porque se realizan los trabajos de necesaria sustitución de la geomembrana de su pantalla de impermeabilización, para lo que se ha aprovechado estratégicamente este momento". Según señala la entidad, "estos trabajos se concluirán antes de finalizar el presente año".

Un buen otoño

Las lluvias registradas durante el último mes en la Isla, pero, especialmente, en la comarca Norte, han servido para paliar la grave situación de sequía que estaba afectando al sector primario. Los datos del último año, sobre todo, estaban generando una cierta alarma entre los agricultores y los responsables de la gestión del agua en la Isla. De hecho, las restricciones se aplicaron en determinados momentos.

Pero no solo para el agro sirve la lluvia. La reposición de los acuíferos también benefician al abastecimiento doméstico, que nunca ha peligrado.