El Ayuntamiento de La Victoria de Acentejo trabaja ya en la elaboración del expediente para solicitar que el llamado pino histórico del municipio, ubicado en la trasera de la Iglesia de Nuestra Señora de La Encarnación, sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El alcalde, Haroldo Martín (CC), confirmó a EL DÍA estas gestiones para proteger y poner en valor el emblemático árbol bajo el que, según la tradición, se celebró la misa de agradecimiento de los vencedores tras la decisiva batalla entre guanches y castellanos que puso fin a la conquista de Tenerife en 1495.

El papel protagonista de este pino en el final de la conquista de la Isla, aún pendiente de confirmar con fuentes documentales, también marcaría el nacimiento del municipio alrededor de la ermita que se construyó en recuerdo de este hecho. Según cuentan autores como Alfonso Fernández García, en su obra "La Victoria, cinco siglos", "por orden de Fernández de Lugo, tras la segunda batalla de Acentejo, se inició la construcción de la ermita a la Reina de los Ángeles, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Victoria".

Fernández añade que "el templo construido, dada la cortedad de la economía, era de piedra seca, con una sola nave, en la que se levantaba la capilla. Por la endeblez de su estructura carecía de espadaña, por lo que no pudiendo resistir el peso de las campanas, se aprovechó una de las gruesas ramas de un alto pino que junto al sagrado lugar existía para sostener la campana que anunciara a los fieles los oficios divinos".

El autor de "La Victoria, cinco siglos", que fue alcalde de la localidad, reconoce en su obra que "no se han encontrado documentos que avalen la autenticidad de este pino", sin embargo, cita al historiador Buenaventura Bonet, quien "comentando la orden del obispo Cervera para que cortaran los gajos que caían sobre el camarín de la iglesia ante la amenaza de dañar el edificio, expuso: Hemos tenido la ocasión de ver que el pino conserva aún el muñón de donde salía la rama en dirección a la iglesia, que fue sin duda la que sostuvo en otro tiempo la campana de la humilde ermita de piedra".

Al margen de debates históricos, el objetivo municipal es garantizar el cuidado y la conservación de un pino convertido, con razón o sin ella, en todo un monumento natural y uno de los símbolos más característicos del municipio victoriero. Recientemente incluido en una ruta turística por los principales atractivos locales.

La obra "Árboles monumentales, arboledas y flora singular de Tenerife", editada por el área de Medio Ambiente del Cabildo insular en 2001, otorga al pino histórico una altura de 17 metros, un perímetro de 264 centímetros y una edad de más de 500 años.

El propio escudo heráldico de La Victoria de Acentejo, aprobado el 16 de marzo de 1987, incluye la figura del pino histórico como uno de sus elementos centrales, junto a una espada, un banot guanche y una rama de olivo que recuerdan la histórica batalla de Acentejo.