GUESHER sueña con los ojos abiertos en su nido que se le antoja infinito, que compara con una enorme pista de rodadura y percibe, como ave libre, en su fuero interno, que sus alas anteceden a los prototipos aeronáuticos, aunque no planee como las águilas, guirres, gaviotas, cuervos ("Felipe", el de Masca) o buitres que sí se asemejan. Se ve sentado al mando de un Airbus 310-300 de la compañía imaginaria "Mau Airlines", pendiente de las instrucciones de los operadores de la torre y de tierra (ATC) en un aeropuerto cualquiera. Comprueba, revisa la lista de procedimientos y activa los instrumentos en cabina, solicita y obtiene permiso para volar, según su plan de navegación, esta vez, en VFR, en su viaje de ida y de dudoso retorno. Suerte y feliz vuelo.