Puerto de la Cruz conmemoró ayer el 360 aniversario de su fundación como ciudad en virtud de la entrada en vigor el 3 de mayo de 1651 de la Real Cédula de Felipe IV, promulgada el 28 de noviembre de 1648. Esta festividad mantiene prácticamente su formato, a pesar de las variaciones registradas a lo largo de su historia reciente y que ayer se sustanció, como es tradicional, con el acto institucional y religioso de la exaltación de la Cruz y la lectura del acta fundacional en la parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia por el alcalde, Marcos Brito, y posterior procesión. Esa lectura se repitió en el barrio de Las Dehesas, en el contexto de la celebración rotatoria emprendida en 2009.

Los vecinos y cuidadores de las ermitas, capillas e iglesias donde se venera la cruz hacen gala de su sentimiento artístico y devoción religiosa con el enrame de las cruces.

"En aplicación de la Real Cédula de 28 de noviembre de 1648 del Rey Felipe IV, el Puerto mantuvo el derecho a constituirse en lugar exento de La Orotava y con alcalde pedáneo propio, que tomó posesión el mencionado 3 de mayo de 1651, según se indica en los anales de la historia de la ciudad, lo que marca un antes y un después en el acontecer del municipio".

El alcalde e ilustrado portuense José Agustín Álvarez Rixo ya celebró en 1851 el 200 aniversario de los acontecimientos del 3 de mayo de 1651 y en 2008 y 2009 se registró una recuperación de la tradición con la implicación de las asociaciones de vecinos y de la propia institución local. Pero esta conmemoración alcanzó momentos de esplendor y gran auge cultural en las décadas de los ochenta y noventa del pasado siglo.

El monarca español Felipe IV llegó a calificar al Puerto como la llave de la Isla.