Lo que se prometía como una sesión extraordinaria de trámite en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, que había sido convocada para tomar en consideración el informe económico de la Audiencia de Cuentas, derivó en una auténtica trifulca verbal entre el alcalde-presidente, Marcos Brito Gutiérrez (CC), y los concejales del Grupo Socialista, encabezados por su portavoz, Lola Padrón, David Bernat y María Jesús Ferrer. Uno de los detonantes del enfrentamiento fue cuando el mandatario llamó "mentiroso compulsivo" al edil David Bernat cuando afirmó que se había vendido el patrimonio de la planta eléctrica municipal a Unelco para pagar la deuda, cuando en realidad, según le espetó Marcos Brito, se trata de una concesión administrativa y no de una enajenación, dado que ese bien sigue siendo de titularidad municipal y se despachó a gusto haciendo un relato de los 22 años de gobierno socialista y de su política de concesión del servicio de aguas, que ha reportado al municipio serios perjuicios hasta el extremo de tener una deuda pendiente de pago con Aqualia de 13 millones de euros. Insistió en llamarle "mentiroso compulsivo" si mantenía lo dicho sobre la deuda del servicio eléctrico.

David Bernat se mantuvo en el criterio de que se trataba de "una venta de derechos de explotación" en el proceso de adjudicación de la concesión del servicio eléctrico a Unelco, que, como se recordará, reportó unos ingresos de 7.000 millones de las antiguas pesetas, con lo que se saldó la deuda de 5.000 millones.

Brito señaló que la rueda de prensa del PSOE sirvió para "encubrir el desastre al que ha llevado a este ayuntamiento porque las cuentas que se traen hoy (por ayer) son de ustedes".

Los ánimos ya estaban caldeados desde el inicio del pleno tras publicarse en los medios de comunicación la interpretación del principal grupo de la oposición de los resultados de la auditoría de cuentas de Canarias, que, a grandes rasgos, en su informe de la gestión económica de 2009, detalla que el consistorio vio disminuidos sus ingresos en un 12% y aumentado el gasto corriente en un 10%, a la par que evidencia una pérdida de capacidad de ahorro neto. Unos datos que implican que la administración que preside Marcos Brito recibirá sólo la mitad de la subvención del Fondo Canario, porque el resto se ha de destinar al saneamiento de las arcas municipales.

Bernat recriminó al alcalde por los insultos, mientras que Marcos Brito le explicaba que "mentir es decir lo contrario de lo que es. El patrimonio eléctrico es municipal y lo que hay es una concesión administrativa como la que tiene Aqualia. Si usted reconoce eso, yo retiro lo de mentiroso".

En la auditoría se valora el cumplimiento de los condicionantes relativos al esfuerzo y eficiencia fiscal.

El índice de gestión recaudatoria lo sitúa en el 90,3%. Explicó que el ayuntamiento incumple los ratios de ahorro neto, que establece en el 24%, lo que implica, de acuerdo a la ley, que se tendrá que destinar el 50% de la subvención del fondo al saneamiento.

Chivo expiatorio

El edil David Bernat se quejó de que se le tratara de asignar el papel de chivo expiatorio para justificar otras conductas de incumplimientos en la gestión económica y aludió a consecuencias inmediatas, como el retraso en 25 días en el pago de nóminas al personal de Pamarsa o el impago a la cooperativa de limpieza El Tarajal.

Coalición Canaria acusó al PSOE de haber despilfarrado seis millones de euros en el pasado ejercicio.

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