Los alfombristas de La Orotava tienen el relevo asegurado. No faltarán manos para que la tradición de las alfombras, corridos y tapices de flores y otros materiales vegetales que adornan las calles de la Villa con motivo de la Infraoctava del Corpus Christi continúe muchos años más. Ayer, unos 75 niños de todas las edades, se reunieron en la calle de Los Alfombristas, junto a la parroquia de La Concepción, para empaparse de un arte efímero que ha dado fama mundial a La Orotava.

Niños llegados de todos los rincones del municipio de La Orotava y de localidades cercanas como Los Realejos, Santa Úrsula, La Victoria o La Matanza, protagonizaron ayer el Día del Niño Alfombrista, una tradición instaurada hace 19 años por la Asociación de Alfombristas de la Villa.

El coordinador de la actividad, Santiago Rodríguez, destacó ayer que "cada año vienen más niños" a esta toma de contacto con las alfombras villeras. "De este día han salido ya muchos alfombristas que ahora son adultos e, incluso, alguno colabora en la creación del tapiz central".

Deshoje y bocetos

Los participantes experimentaron ayer todos los pasos necesarios para confeccionar una alfombra o un corrido como los que adornarán las calles de La Orotava el próximo jueves día 10. Los niños elaboraron bocetos de alfombras, participaron en el deshoje de flores y confeccionaron con sus propias manos varios corridos y una alfombra de tierra.

Con las manos impregnadas del aroma de los pétalos y el brezo, pequeños de tan sólo un año de edad comenzaron ayer a empaparse de esta tradición. Esta toma de contacto con el arte de las alfombras continuará el día 10, cuando algunos de estos niños y otros con más experiencia elaboren la alfombra de los pequeños, en la trasera de La Concepción.

Rodríguez indicó que "desde que los menores tienen unos seis o siete años, ya pueden participar en la alfombra oficial de los niños, que está a cargo de otros chicos un poco mayores".

Los alfombristas trabajan también para dar una mayor actividad a la Escuela de Alfombristas, actualmente centrada en la formación de los encargados de la confección del gran tapiz de tierras de la plaza del ayuntamiento. "Nuestra idea es que también nos sirva para fomentar una cantera que, a decir verdad, no falta", indicó Rodríguez.

Al final, como estas alfombras no estaban destinadas a engalanar el paso del Santísimo, los propios niños alfombristas se encargaron de convertirlas, con gran alegría, en un arte efímero.