El departamento de Servicios Sociales del Puerto de la Cruz aplicará después de dos años de aprobación de la ordenanza reguladora el sistema de ayudas en especie, que, de hecho, sustituyen a las prestaciones en metálico. Una ordenanza que no se había materializado hasta ahora. Es decir, los usuarios de los Servicios Sociales podrán beneficiarse de tales ventajas en función de las necesidades concretas que acrediten, para productos farmacéuticos, medicina, transportes, alimentación, electricidad y agua, entre otros. El objetivo consiste en atender, de forma inmediata, y desarrollar una gestión eficaz y eficiente de los recursos municipales, y llegar al mayor número de ciudadanos posible.

Unas aportaciones que no constituyen un fin en sí mismo, "no se da la ayuda por la ayuda", sino que suponen un respaldo a las familias para revertir la situación de exclusión social. Previamente, se indaga y profundiza en los problemas planteados por los demandantes de tales ayudas, con vistas al desarrollo de programas individuales para las familias.

En 2009 se registraron 3.900 demandas de ayudas sociales, 2.200 más que en 2008, en que fueron 1.700, según reveló la concejal Emma Mesa. Esta situación implica el desbordamiento de la capacidad operativa y de recursos del sistema municipal de protección, que se complementa con el trabajo que realizan las organizaciones no gubernamentales.

Mesa y el técnico de Servicios Sociales Nicolás Barroso expusieron el balance de los cien días de gestión en esta área, que es la única que crece en dotación económica en el presupuesto municipal de este año, un 12,5%, en detrimento de otras que quedan mermadas hasta en un 21%.

Mesa puso el dedo en la llaga al recordar que el Puerto de la Cruz fue el único municipio que devolvió por falta de agilidad en la gestión socialista 170.000 euros en dos ejercicios consecutivos de las ayudas correspondientes al Plan Canario de Inserción, una situación que ahora se corrige.