La empresa Áridos Abreu, afectada por la suspensión cautelar por orden judicial de las actividades en la planta del Riquel de Icod de los Vinos, ha decidido dejar sin efecto los contratos de los 25 trabajadores de la plantilla por un período de ocho meses, en virtud del acuerdo alcanzado en la reunión con el personal laboral, y representación sindical de Comisiones Obrera y de la patronal, en las personas de Marcelino Izquierdo y José Manuel Fernández del Torco.

La suspensión temporal de los contratos implica que la totalidad de la plantilla permanecerá en paro y cobrará el seguro de desempleo durante ese tiempo como máximo, hasta que las administraciones públicas implicadas en el proceso que originó esta situación, aclaren el futuro de la planta de extracción minera, como se recoge en el Plan Insular de Ordenación del Territorio de la Isla de Tenerife (PIOT). Sin embargo, no percibirán indemnización porque seguirán dependiendo de la empresa y es ilusión de la misma retomar las actividades en septiembre.

La empresa presentará hoy en la Dirección General de Trabajo el expediente de suspensión temporal de contratos.

El abogado de la empresa Áridos Abreu, José Manuel Fernández del Torco, indicó que "hemos presentado un protocolo u hoja de ruta a todas las administraciones públicas con diversas opciones para desbloquear la situación del Riquel, y donde hemos planteado que nos urgían unas respuestas con el objetivo de volver a trabajar, rehabilitar la zona y buscar un posible desplazamiento, que hasta el momento no se han dado. Como quiera que el recurso presentado ante la Audiencia de Tenerife no se ventilará hasta finales de septiembre, como empresa hemos buscado una solución menos mala: la suspensión temporal de los contratos de trabajo, por un máximo de ocho meses".

Si se reanuda la actividad, los trabajadores volverán a la plantilla.