El jurista, diplomático y exministro de la UCD José Pedro Pérez-Llorca, uno de los siete "padres" de la Constitución, ha fallecido hoy en Madrid a los 78 años, y su desaparición ha concitado el unánime reconocimiento institucional y político a una de las figuras clave en la Transición democrática.

Una afección pulmonar ha acabado con la vida de un político que destacó por su capacidad para el diálogo, su erudición, su talento y también por un sentido del humor que siempre le acompañaba y que han destacado todos cuantos le han recordado con respeto, aprecio y admiración.

Los reyes; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el líder del PP, Pablo Casado; el de Ciudadanos, Albert Rivera; los presidentes del Congreso y del Senado, junto a numerosos políticos de su generación, que fue la de la Transición, han elogiado su valía y su papel en la elaboración de la Constitución de 1978.

Porque Pérez-Llorca, nacido en Cádiz en 1940, era hasta hoy uno de los tres ponentes constitucionales aún vivos, junto a Miquel Roca y a Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, quien han dado hoy testimonio no solo de sus recuerdos compartidos, sino de la amistad que les unía a él.

Roca le ha evocado como "el hombre constructivo, el hombre que aportaba soluciones, el hombre con el que podías entenderte" y ha subrayado el "papel importantísimo" que tuvo en la Transición, además de ser un "referente jurídico de primera magnitud".

También le considera su compañero de ponencia Miguel Herrero una "persona clave" en la elaboración de la Carta Magna, pero además él ha hecho hincapié en su tarea como ministro de Asuntos Exteriores, cuando "pilotó" la incorporación de España a la OTAN.

"La verdad es que fue una de las personas más importantes de la ponencia", ha apuntado al revelar que varios artículos de la Constitución surgieron de su puño y letra, como el 16, relativo a la libertad religiosa y que era "muy difícil de redactar".

Por la capilla ardiente instalada en el tanatorio de la Paz, en Tres Cantos (Madrid) han ido pasando durante la jornada dirigentes políticos, miembros del Gobierno y amigos del ponente, que también fue diplomático y letrado de las Cortes.

Allí, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha destacado su "extraordinario legado", en tanto que el ministro de Cultura, José Guirao, ha remarcado su labor como "magnífico" presidente del Patronato del Museo del Prado desde el año 2012.

Los reyes Felipe y Letizia han enfatizado en un telegrama de pésame a la familia su "inestimable aportación al éxito de la Transición española", mientras el rey Juan Carlos y doña Sofía ensalzaban el "servicio al Estado" que prestó durante toda su vida.

Y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde San Sebastián, ha afirmado que José Pedro Pérez-Llorca trabajó "por la convivencia, la democracia y la libertad de todos y todas en el país".

El líder del PP, Pablo Casado, le ha definido como un "brillante jurista" y un "hombre bueno" al que España "le debe su contribución a la democracia y la libertad"; el expresidente Mariano Rajoy ha dicho tras visitar la capilla ardiente que se le recordará por su "dedicación a España" y Albert Rivera le ha considerado "un hombre de Estado con el que los demócratas siempre estaremos en deuda".

Su fallecimiento se ha producido cuando acaban de terminar los actos conmemorativos del 40 aniversario de la Constitución, en muchos de los cuales estuvo presente a lo largo del año pasado, y en los cuales no se limitó a evocar su experiencia personal como ponente, sino que también opinó sobre el futuro de la Carta Magna.

Una Constitución que no era partidario de modificar en las actuales circunstancias porque, a su juicio, no se daban las condiciones de "presión y temperatura" que, como ocurre en la atmósfera, propician la lluvia.

En España, advirtió en una reflexión ante la Sala Constitucional del Congreso, ahora hay "mucha ira", así que él, desde su larga experiencia, abogó por "limpiar un poquito" esa atmósfera política.