La campeona olímpica Ruth Beitia ha entregado hoy la Bandera de Combate al comandante del buque de la Armada Española Castilla, Enrique Núñez de Prado, en una ceremonia presidida por el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, que se ha celebrado en el Puerto de Santander.

La atleta cántabra ha ejercido de madrina en este acto de entrega de la bandera, que ha sido donada por la Autoridad Portuaria de Santander, una ceremonia castrense que, junto a la botadura y su entrega a la Armada, es uno de los hitos más importantes en la vida operativa de un buque de guerra.

Ruth Beitia, la primera atleta española en alzarse con el oro olímpico, se ha mostrado "honrada" por haber sido elegida para amadrinar un acto "tan simbólico" para la Armada como la entrega de la bandera española, que ella también, según ha dicho, ha defendido, defiende y defenderá, aunque en una actividad muy distinta, el deporte.

La atleta ha subrayado que la bandera "simboliza el compromiso con nuestra nación", del que se siente "orgullosa", y ha expresado su reconocimiento al trabajo en la defensa de España a todos los miembros de la Armada y muy especialmente al comandante del Castilla.

El comandante del buque ha subrayado que "el honor, el sacrificio, y el amor a España" son valores que también comparte la madrina en esta ceremonia de entrega de la bandera, "símbolo de unión de todos los españoles".

Tras sus palabras, la bandera ha sido izada mientras sonaba el himno nacional, interpretado por la unidad de música del Tercio Norte de Infantería de Marina.

En el acto ha estado presentes el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, y como invitados han asistido, entre otros, la consejera de Sanidad, María Luisa Real; en representación del Ejecutivo regional, la presidenta del PP, María José Sainz de Buruaga, y el resto de los compañeros de Ruth Beitia en el grupo parlamentario popular.

El mal tiempo ha obligado a suspender el desfile que se iba a celebrar antes de la ceremonia.

Los santanderinos han podido visitar el buque durante las jornadas de puertas abiertas que han tenido lugar esta semana, dentro de los actos que ha organizado la Armada en la ciudad con motivo de esta ceremonia, una tradición que tiene sus orígenes en el siglo XVIII.

En la entrega han participado alumnos de la Escuela Naval Militar que se encuentran embarcados en el Castilla, en su crucero de fin de curso.

La Armada está celebrando este año los 300 aniversario de la creación de la Real Compañía de Guardamarinas, que fue el primer centro de formación de futuros oficiales y antecedente de la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra).