JxSí y la CUP han bloqueado hoy la comisión de investigación creada tras las declaraciones del juez y exsenador de ERC Santi Vidal, sobre supuestas ilegalidades del Govern para la obtención de datos fiscales de los catalanes, al considerar que el objetivo era "perseguir" al proceso soberanista.

En la reunión en la que se debía aprobar el plan de trabajo y las comparecencias de la Comisión de Investigación sobre las Actuaciones del Govern para Preparar la Secesión de Cataluña del Resto de España, más conocida como la del caso del juez Santi Vidal, Junts pel Sí (JxSí) y la CUP han utilizado su mayoría absoluta para rechazar todas las propuestas de los demás grupos.

Esto ha comportado una situación insólita en el Parlament, ya que, por primera vez, una comisión de investigación no puede ponerse en marcha al no disponer de un plan de trabajo ni tampoco de comparecencias, lo que en la práctica significa que ha quedado bloqueada.

Los dos grupos independentistas han coincidido en recordar que la comisión no fue votada, puesto que se utilizó el procedimiento automático que prevé el reglamento de la cámara de creación de una comisión de investigación si la solicitan un mínimo de tres grupos.

La situación producida que, según ha admitido la presidencia de la comisión, "no tiene precedentes" ha merecido duros reproches de los grupos de la oposición: Cs, PSC, CSQEP y PP, tras ver rechazados sus planes de trabajo y las 155 comparecencias que, en total, se habían solicitado.

Pero desde la mayoría parlamentaria, el diputado de JxSí Bernat Soler ha indicado que "la vorágine de comparecencias solicitadas no se justifica por sólo las declaraciones de una, dos o tres personas" y ha reprochado a CSQEP: "De nuevo se ha situado al lado de los que no quieren que votemos" y "les hace el juego".

Según este diputado de JxSí, lo que no puede aceptar su grupo es que haya una comisión destinada "a hacer el trabajo sucio a la Fiscalía, una fiscalía que ya ha empezado a actuar contra los cargos electos del pueblo catalán y cuyo jefe, por cierto, está reprobado".

Desde la CUP, Gabriela Serra ha dicho que esta comisión "no debería existir" y ha agradecido al portavoz de Cs "su sinceridad al decir que tenía como finalidad controlar el funcionamiento del Govern en su camino hacia la secesión, porque esto supone admitir que se trata de una comisión de persecución política".

En cambio, desde la oposición, el portavoz de Cs, Carlos Carrizosa, ha interpretado que el bloqueo de la comisión implica admitir la veracidad "de lo que decía Vidal" y ha calificado como de "vergüenza, deslealtad parlamentaria y fraude lo ocurrido".

Alicia Romero, del PSC, ha tildado de "insólito" lo ocurrido y ha recordado que la oposición tiene derecho a conocer lo que hace el Govern, por lo que "es reprobable" la actitud de JXSí y la CUP, y su grupo valorará la posibilidad de suspender su presencia en otra comisión de investigación, la de la denominada Operación Cataluña.

Para el portavoz de CSQEP, Joan Coscubiela, lo sucedido "es muy grave en términos parlamentarios y se trata de un día negro en el Parlament", al mismo tiempo que ha advertido de que "con oscurantismo no se legitima el referéndum" y también ha anunciado "un período de reflexión" sobre su presencia en la otra comisión de investigación.

Desde el PP, Alejandro Fernández ha coincidido en que se trata de un "día triste" para la democracia y el parlamentarismo, hasta el punto de que se podría hablar de "una comisión mordaza" que "es aquella en la que no se puede comparecer".

"Es la ley del silencio", ha precisado en este sentido, antes de añadir que hay "una ''omertá'' entre el clan de la madre superiora y los revolucionarios de la CUP".