El exconsejero madrileño del PP Alberto López Viejo se ha negado a contestar en el juicio de Gürtel si tiene cuentas en Suiza, alegando que las autoridades de ese país no han dado autorización a las españolas para usar la información relativa a él.

En su declaración como acusado y cuando la fiscal Concepción Sabadell le ha preguntado por sus cuentas en el país helvético, ha respondido: "No puedo ni debo contestar", tras lo que ha pedido "toda la paciencia del mundo" al tribunal, que le ha reprendido por intentar hacer "valoraciones jurídicas".

A preguntas de la fiscal Sabadell, López Viejo ha criticado en varias ocasiones a la Fiscalía y la "visión un tanto particular" que tiene, en su escrito de acusación, de "cómo funcionan el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid", donde no se contrata "de una manera libre, aleatoria y particular".

"Usted no tiene que recomendar al fiscal nada", le ha reprendido en otro momento el magistrado presidente, Ángel Hurtado, cuando ha intentado darle consejos a la representante del ministerio fiscal.

El exconsejero ha explicado que su vinculación con el PP empezó cuando tenía 18 años, tras lo que ha detallado que, como hoy es su cumpleaños, de eso hace 30 años ya.

Del cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, ha explicado que "nunca" ha tenido con él una "relación estrecha, ni personal ni profesional", aunque sabía "perfectamente" quién era porque sus empresas "llevaban las campañas electorales del PP y la imagen del PP y del presidente del Gobierno".

Sí era, ha añadido, "amigo, muy amigo" de Alejandro Agag, yerno de José María Aznar, que le invitó a montar en barco en Puerto Banús con Correa sin que él supiera que el cabecilla de Gürtel estaba allí, y por eso aparece en un vídeo en esa embarcación.

López Viejo, que fue consejero de Deportes en la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre de presidenta, se enfrenta a 46 años de prisión por haber concedido a Correa la organización de unos 400 eventos entre 2004 y 2008 por los que cobró 472.465 euros en comisiones en metálico y en especie.

Según la Fiscalía, daba instrucciones a la trama sobre cómo había que facturar los eventos, por qué cantidades -normalmente inferiores a 12.000 euros para eludir los controles administrativos- y a nombre de qué consejería u organismo se emitiría la factura.

La Fiscalía sospecha que se concertó con Correa para otorgar adjudicaciones irregulares cuando era concejal de Servicios de Limpieza del Ayuntamiento (de 1999 a 2003), y luego como viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid (de 2004 a 2007) y como consejero de Deportes (de 2007 a 2009).

Durante sus años en el Ayuntamiento, supuestamente recibió una comisión de 682.197 euros por facilitar una adjudicación a la empresa Sufi y cuando pasó a la Comunidad de Madrid ayudó a otorgar la organización de eventos a empresas de Correa por un total de 6,4 millones, por los que la Gürtel se llevó un beneficio de 2,6 millones.