La "número dos" del departamento de Educación de la OCDE, Montserrat Gomendio, cree que la "enorme" fractura en los resultados de PISA entre comunidades autónomas en España, agravada en las pruebas de 2015 presentadas hoy, está relacionada con la falta de evaluaciones comunes a escala nacional.

"Si no se definen unos objetivos y unos estándares comunes, esta diversidad (de resultados) se mantiene", señaló al comentar el último estudio PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Insistió en que este último informe pone en evidencia que "hay una enorme variación" entre comunidades, y que el nivel de conocimientos entre los alumnos de las mejor calificadas (Castilla León y Madrid) y los de las peores (Andalucía, Extremadura y Canarias) equivalen a un curso de aprendizaje, lo que es "enorme".

La que fuera secretaria de Estado de Educación en España constató que aunque la disparidad ha sido siempre grande "va en aumento", y puntualizó que el gasto en educación no lo explica, puesto que -por ejemplo- el País Vasco es el que tiene niveles de inversión más elevados, pero no mejores resultados.

Subrayó que faltan evaluaciones comunes y estandarizadas a escala "nacional" y que PISA es actualmente el único instrumento para ilustrar que lo que se exige a los estudiantes en unas comunidades y otras "es muy diferente".

Gomendio señaló que una de las enseñanzas de los estudios de PISA es que "es positivo" dar autonomía a los centros para desarrollar su estrategia, si al mismo tiempo hay "una evaluación estandarizada obligatoria" que garantice un control.

En España, afirmó, "tenemos un problema de calidad" educativa, pero también "de equidad" por falta de ese control común, que a su juicio se traduce en que los alumnos terminan la educación obligatoria con niveles muy dispares según la zona.

Al margen de esta cuestión, la subdirectora de Educación de la OCDE destacó que este último PISA muestra que en España "hay un comienzo de proceso de mejora" en los resultados en comparación con los del conjunto del conocido como el "Club de los países desarrollados".

Ese cambio, en su opinión, tiene que ver con los avances en las comunidades autónomas más eficientes, de las cuales once están por encima de la media de la OCDE.

La disminución del abandono escolar precoz, la reducción de la tasa de repetidores y una mayor matriculación en estudios de formación profesional son algunos de los elementos que han impulsado el progreso.

No obstante, puntualizó, España sigue "muy lejos de los países con mejores puntuaciones", y en particular del que aparece en cabeza, Singapur, cuyos alumnos tienen un nivel que equivale a más de dos cursos de diferencia con los españoles de la misma edad.

Entre las asignaturas pendientes, la conveniencia de dar autonomía a los centros escolares, pero siempre con la condición de que haya una evaluación estandarizada a nivel nacional, o la formación de los profesores tanto para acceder a sus puestos, como sobre todo durante su carrera.

Y a ese respecto, lamentó que en España apenas se hayan desarrollado los intercambios de experiencias entre los propios enseñantes.

Gomendio comentó que aunque los resultados de chicos y chicas españoles son muy parecidos en conocimientos científicos (que son el centro del análisis en la edición de 2016 de PISA), las expectativas de cara a estudios posteriores "son muy diferentes".

Mientras los alumnos muestran preferencia por la ingeniería, las matemáticas, la física o las tecnologías, las chicas se decantan por las ciencias de la salud.