A pocas horas de la votación histórica en la que el PSOE facilitará con su abstención la investidura de Mariano Rajoy, al menos una docena de diputados han confirmado que romperán la disciplina de grupo y votarán en contra, mientras que el dimitido secretario general Pedro Sánchez mantiene la incógnita.

De los doce "díscolos", siete son miembros del PSC -Meritxell Batet, Manuel Cruz, Lídia Guinart, José Zaragoza, Mercé Perea, Marc Lamuà, Joan Ruiz-, dos fueron en la lista por Madrid como independientes -la jueza Margarita Robles y la excomandante Zaida Cantera- y los otros tres son militantes de base sin cargo orgánico -el vasco Odón Elorza, la aragonesa Susana Sumelzo y la gallega Rocío de Frutos-.

Mientras que los catalanes esgrimen el mandato prácticamente por unanimidad de su Consell Nacional para justificar su posición, el resto argumenta razones de "conciencia".

Todos ellos podrían ser sancionados, según los Estatutos del PSOE, con multas de hasta 600 euros, incluso ser expulsados de su grupo parlamentario, si así lo decidiese el Comité Federal a instancias de la gestora o del grupo parlamentario, que en virtud de su reglamento interno puede además acordar otras sanciones suplementarias.

Aunque ha habido voces en la gestora que han defendido en los últimos días la posibilidad de otorgar a los representantes del PSC un "tratamiento singularizado" en la votación para evitar la "fractura" entre ambas organizaciones, su presidente, Javier Fernández, se mantiene inflexible.

Ni la gestora ni la dirección de grupo aceptan tampoco las "razones de conciencia" esgrimidas por el resto de los "díscolos".

Una de ellas, la gallega Rocío de Frutos, dijo que después de comprobar el jueves, en el debate de investidura, que el PP "sigue en las suyas", mantiene su desobediencia con "más convicción que nunca".

Por su parte, la exmagistrada del Tribunal Supremo Margarita Robles sostiene que la Constitución la ampara, ya que su artículo 67.2 recoge que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo".

El caso de Robles, al igual que el de Zaida Cantera -en cuyas razones de conciencia pesa el "calvario" que soportó como víctima de acoso sexual en el Ejército sin que el Gobierno hiciera "nada" para evitarlo-, se diferencian de los demás en que ellas no militan en el PSOE.

En cuanto al exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza, justificó su voto en conciencia en la idea de que "en política, aunque algunos no se lo crean, existe la ética y en este país hay mucha necesidad de ética política".

Pedro Sánchez, entretanto, guarda silencio sobre sus próximos pasos: "Lo veréis", dijo eljueves en el Congreso después de votar con su grupo en contra de la investidura de Rajoy, sin desvelar si el próximo sábado se abstendrá, se ausentará, romperá la disciplina de grupo o renunciará antes a su escaño.

En las últimas horas, otro grupo de parlamentarios liderados por la balear Sofía Hernanz aseguró que van a intentar "hasta el último momento" convencer a la gestora de una abstención solo de los once diputados precisos para que salga adelante la investidura de Mariano Rajoy.

Rajoy espera ser investido por segunda vez

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, espera conseguir hoy su segunda investidura, confiado en superar los problemas políticos de la nueva legislatura de la misma forma que cree que el Ejecutivo logró dejar atrás lo más grave de la crisis económica.

Rajoy será investido hoy por el pleno del Congreso en una votación en la que, a diferencia de la del jueves, ya no necesitará mayoría absoluta, sino simple -más votos a favor que en contra- y que obtendrá mediante la anunciada abstención de los diputados del PSOE.

Ayer, el jefe del Ejecutivo presidió la última reunión del Consejo de Ministros en funciones, la que hizo la número 42 con sus competencias limitadas, y no dio pista alguna sobre quiénes estarán en su nuevo gobierno.

Eso es lo que al menos aseguró la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo.

De lo que sí informó fue del mensaje que Rajoy trasladó ayer a sus hasta ahora ministros.

"Dicen que la nueva situación política va a ser muy difícil. También lo era la situación económica cuando llegamos en 2011, y hoy hemos conseguido superarla aunque aún queda mucho por hacer", fueron las palabras de la vicepresidenta citando a Rajoy.

A juicio de Sáenz de Santamaría, se trata de un buen mensaje sobre cómo se han encarado las dificultades y cómo pretende afrontar el presidente la nueva legislatura.

La vicepresidenta aseguró desconocer el calendario que se abrirá tras la previsible investidura de Rajoy hoy y cuándo será el momento tanto de la jura del presidente ante el Rey como del resto de integrantes del nuevo gabinete.

Un millar de policías

Un millar de agentes de hasta 20 grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos popularmente como antidisturbios, formarán parte hoy del dispositivo dispuesto por la Delegación del Gobierno de Madrid para velar por la seguridad en la sesión de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Un portavoz de la Policía Nacional explicó que el dispositivo será el "adecuado" para garantizar el correcto desarrollo tanto de la sesión de investidura como de las protestas en la calle. Incluirá el despliegue de vallas y la restricción del tráfico y de la circulación de peatones en las calles aledañas al Congreso de los Diputados. El dispositivo, algo inferior al dispuesto en el "Rodea el Congreso" de 2012 donde se registraron graves disturbios, se terminó de perfilar en la reunión de coordinación celebrada ayer con la vista puesta en la manifestación "contra el golpe de la mafia" de la Coordinadora 25S, que comenzará a las 17:30 horas desde la plaza Cánovas del Castillo, seguida de otras.