El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, ha destacado hoy la urgencia de reformar un sistema de pensiones que tiene que dar cobertura a una población cada vez más envejecida y que necesita de más ingresos que en alguna medida cree tienen que proceder de impuestos.

"Cualquier reforma del régimen fiscal no puede ser ajena al sistema nacional de pensiones", ha dicho Peña a los medios tras su comparecencia a puerta cerrada en calidad de experto ante la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo.

En su opinión, no hay que caer "en una cosa muy española" que es querer poner impuestos por todo, aunque piensa que la fiscalidad está llamada a ser parte de una reforma que dé mayor flexibilidad al sistema de las pensiones desde el punto de vista de los ingresos.

Asimismo, ha reclamado un compromiso de todos los grupos políticos por el futuro del sistema público de pensiones, en un momento en que se está alertando de las dificultades que puede acarrear que se acabe el fondo de reserva, que en los últimos años se ha utilizado para las pagas extra de verano y navidad.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el fondo tenía en julio 24.207 millones de euros, lo que supone que, si se vuelve a utilizar para las próximas pagas extras, solo se podrán pagar dos más, a razón de alrededor de 9.000 millones cada una de ellas.

Desde el punto de vista del gasto, Peña ha considerado fundamental que se aborde el complicado reto del envejecimiento de la población "que no se corrige aplicando una fórmula".

A su juicio, hay que poner en valor lo que ha supuesto tener un sistema de pensiones público durante los años de crisis, que habrían sido más graves de no ser así, como demuestra el hecho de que 3,2 hogares tengan como persona de referencia a un jubilado o que el índice de pobreza entre mayores de 65 años sea del 13 % frente al 28 % general.