El PSC ha nombrado una comisión de cuatro miembros para reunirse con la gestora del PSOE a la espera de decidir su representante definitivo, y ha asegurado que no contempla por ahora una ruptura de voto en el Congreso en caso de producirse una abstención, a pesar de las voces internas que así lo proponen.

La ejecutiva del PSC se ha reunido de forma extraordinaria en la sede del partido para analizar el escenario derivado del convulso comité federal del pasado sábado, que finalizó con la dimisión del líder del PSOE, Pedro Sánchez, con el que el PSC se había alineado en bloque y defendido su postura de no facilitar un gobierno del PP.

En esta reunión de la comisión ejecutiva, según ha explicado en rueda de prensa el presidente del partido, Àngel Ros, se han acordado cuatro puntos en los que se "lamenta la decisión del comité federal que deja al PSOE sin liderazgo e impide el voto de los militantes para dirimir algo tan importante como la investidura".

Además, se deja clara la postura en contra de facilitar un gobierno del PP y que "si el PSOE quisiera cambiar su posición, deberá hacerlo consultando a la militancia".

Por último, se nombra una comisión de cuatro personas para reunirse con la comisión gestora del PSOE y trasladar formalmente la posición del PSC sobre esta y otras cuestiones, a la espera de que tras el congreso de noviembre, los socialistas decidan quién será el representante definitivo, pues tienen un puesto "reservado".

Esos cuatro miembros de la comisión nombrada son la secretaria de Organización del PSC y mano derecha de Iceta, Assumpta Escarp; la alcaldesa de L''Hospitalet de Llobregat y miembro de la Mesa del comité federal del PSOE, Núria Marín; el alcalde de Cornellà y secretario de Coordinación Institucional, Antonio Balmón; y el presidente del PSC y alcalde de Lleida, Àngel Ros.