El ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, dijo hoy, al ser preguntado por las elecciones en Austria, que la ultraderecha no le gusta "absolutamente nada" y añadió que "los extremos no han sido nunca buenos" y son consecuencia de la crisis económica.

García-Margallo hizo estas declaraciones a los periodistas a su llegada a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Bruselas.

Los austríacos conocerán hoy, tras el recuento del voto por correo, si su nuevo jefe de Estado es el ultranacionalista Norbert Hofer o el ecologista de izquierdas Alexander Van der Bellen, que en las elecciones presidenciales de ayer quedaron en empate técnico.

"La ultraderecha no me gusta absolutamente nada. No es la primera vez que vemos un incidente de este tipo en Austria. Yo era eurodiputado cuando entró en el Gobierno la ultraderecha y creo recordar una comisión de sabios en la que participó nuestro compatriota Marcelino Oreja", recordó.

El jefe de la diplomacia española en funciones dijo que "los extremos no han sido nunca buenos y son consecuencia de la crisis económica".

"Lo que hay que intentar es salir de la crisis para que estos fenómenos no se produzcan. Para mi no es una buena noticia", agregó.

Preguntado sobre si puede tener algún impacto en la crisis migratoria, García-Margallo señaló que el presidente del país tiene pocas competencias en Austria y que por tanto no cree que sus decisiones puedan afectar en esa materia.

Si bien Hofer ganó el voto en urna ayer con el 51,9 % del apoyo popular, solo 144.000 votos lo separan de Van der Bellen, por lo que el escrutinio de las casi 900.000 papeletas enviadas por correo puede aún cambiar el resultado.

Hofer, candidato del ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ) de Heinz Christian Strache, sería en caso de ganar el primer jefe de Estado de la derecha radical en un país de la Unión Europea.

Su campaña electoral ha girado alrededor del eslogan "los austríacos primero", centrándose en defender los valores del país alpino frente a lo que asegura son las imposiciones de la UE, la amenaza de los inmigrantes y el peligro que supone el islam.