Las agresiones en las oficinas de empleo del SEPE aumentaron el 56 % en 2015, según la estadística anual del CSI-F que achaca el incremento de violencia a los problemas estructurales de paro pero también a las "falsas expectativas" que generó la ayuda de 426 euros para parados de larga duración.

En rueda de prensa, la secretaria nacional de Igualdad del CSI-F, Ángeles Mur, ha explicado que las oficinas de empleo han registrado 326 casos y ha asegurado que entre las principales causas del aumento de la violencia este año fue la nueva prestación para parados que exigía requisitos "tan restrictivos" que provocaron la frustración de muchos demandantes que recurrieron a la agresión.

Mur ha señalado que estos casos son la "punta del iceberg" ya que las oficinas de empleo son el único departamento que cuenta con un protocolo que contabiliza de manera sistemática estos datos.

A esta cifra hay que añadir 140 denuncias registrados en 2015 en instituciones penitenciarias y un número no cuantificado de casos entre los médicos evaluadores de bajas laborales, encuestadoras presenciales de Instituto Nacional de Estadística o examinadores de tráfico.